Es bastante penoso tener que reconocer, que también a mí, que se precia de ser una persona especialmente bien informada porque sigue exhaustivamente la prensa a diario, se le puede escapar una noticia importante como esta. Me estoy refiriendo al fallecimiento de María Antonia Iglesias, una periodista como la copa de un pino, que llevaba bastantes meses alejada de los platós debido a una grave insuficiencia cardiaca tras sufrir diversos infartos.
Los más jóvenes sólo la conocen como tertuliana gritona, políticamente incorrecta y defensora a ultranza del PSOE, especialmente en lo que concierne a la gestión de Felipe González, del que no se cansaba de destacar las virtudes como gran estadista, en programas como “La Noria” o “El Gran Debate”.
Pero María Antonia fue mucho más que esa visión parcial que nos ofrecían esos programas, a veces algo cutres, en los que participaba en los últimos años. María Teresa Campos, una gran señora de la TV, dio en el clavo cuando quiso hacer un particular homenaje a la labor de Iglesias como periodista: "Llegó como mujer en el periodismo en una época en la que era muy difícil que le dieran a una mujer puestos de dirección. Tuvo que aguantar que se le tratara de humillar poniéndole algún mote relativo a su físico pero ella estaba por encima de todo eso". María Teresa se refería claramente al apodo “la albóndiga”, con el cual se la conocía en los seis años que fue directora de informativos en ese nido de víboras que por aquel entonces era TVE.
Me abstengo de escribir muchos más datos sobre su carrera porque considero que para eso ya están las hemerotecas. Lo que si me apetece desde este blog es destacar su integridad y esa pasión que ponía en defender las causas que ella consideraba justas, incluso a costa de una merma en sus ingresos.
Aunque no haya compartido algunos de tus planteamientos, me quito el sombrero ante tu honradez profesional y te deseo que tú, que eras una católica convencida, hayas podido encontrar ese Más Allá en el que profundamente creías.
Desde este blog, nuestras sinceras condolencias a sus familiares y amigos más cercanos.
Margarita Rey
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