jueves, 5 de agosto de 2010
"José Luís Rodríguez Zapatero"
José Luís Rodríguez Zapatero (50), para quien no lo sepa, presidente del Gobierno, se ha quedado este verano sin vacaciones. Tiene que estudiar mucho, leer muchos papeles, contrastar datos y eliminar contradicciones para ver cómo escapar de la crisis económica, ahora nacional también. Los países conservadores europeos, que lo son todos, reunidos en la Unión Europea, dan palmaditas en la espalda a Zapatero por lo bien que se está adaptando al sistema neoliberal a pesar de ser socialista o socialdemócrata, que ya viene a ser lo mismo. Pero los mismos países, con la Alemania de Merkel a la cabeza, no hacen más que ponerle zancadillas a Zapatero con alarmantes noticias en relación con la economía hispana, que al final resultan ser meros rumores. El país está más firme de lo que muchos creen y otros, el PP, desean. Personalmente me parece un error por parte de los sindicatos convocarle al presidente del Gobierno una huelga general en septiembre, el mes que comienzan las vendimias. Zapatero no tiene la culpa de la crisis, sólo se esfuerza por superarla dentro del marco fijado por la UE, procurando al mismo tiempo hacer la menor distorsión posible a los trabajadores. El problema para el Gobierno es ahorrar. Quizá la huelga general de UGT y CC OO se quede en agua de borrajas, con lo cual los sindicatos habrán perjudicado a la clase trabajadora si se pone de manifiesto la debilidad de las centrales sindicales.
Hablando de ahorro. Hace poco leí en una revista que nuestro Gobierno paga 700 millones anuales de euros al Vaticano, que sumados a los 400 millones anuales que regala a la Iglesia católica ibérica, dan la nada despreciable suma de 1.100 millones de euros. ¿Por qué no recurre también Zapatero a esa suma? ¿A qué le tiene miedo? Felipe González tuvo que firmar el acuerdo con el Estado extranjero de El Vaticano porque había expirado el concordato con Franco y por aquel entonces las aguas de la transición bajaban muy revueltas. La Iglesia católica era uno de los poderes fácticos, íntimamente unida al Ejército. ¿Por qué no ha rescindido ya ese acuerdo el presidente Zapatero? El Vaticano es territorialmente un enano, pero por lo demás una superpotencia en el mundo financiero. Y por lo que respecta a la Iglesia de por aquí, su conducta hasta ahora justificaría la retirada de la bicoca. Que, como las demás religiones, se financie ella por sus propios medios. Eludo analizar el enorme patrimonio del que dispone la pobre Madre Iglesia. El manido argumento de que casi la totalidad de los ciudadanos de este santo país son católicos, está ya suficientemente rebatido. Sólo un 28% (si acaso) de los católicos forzosos son practicantes, sobre todo en bautizos, comuniones y bodas por todo lo alto. Por otra parte, hay seminarios que están casi vacíos. ¿Dónde está la fe y las vocaciones? Parece que la subida del nivel de vida y de la cultura ha hecho bajar el nivel de candidez espiritual.
No atosiguemos al pobre Zapatero, que ya tiene bastante con Rajoy y sus dos damas.. Sólo le pedimos que cuando pase la tormenta se dedique a esas otras reformas que no cuestan dinero: la Ley de la memoria histórica y las incomprensibles relaciones con la Iglesia, firme aliada del PP más reaccionario. Hasta entonces, pues, “Zapatero a tus zapatos”. Y felicidades.
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