sábado, 31 de octubre de 2009

"Delante mía"






Es preocupante el deterioro que está sufriendo el castellano y del que son culpables, en primera línea, los medios de comunicación, así como las escuelas, colegios, institutos y facultades de periodismo. Recientemente oí decir a un político en el Congreso de los Diputados que "eso no lo ha dicho delante mía". Señoría, "delante" (como "detrás") no son substantivos, son adverbios, no admiten pues el pronombre posesivo. Lo correcto es decir: "delante de mí" ("detrás de mí").

Está desapareciendo del castellano el pronombre relativo y posesivo "cuyo". Oímos o leemos frecuentemente frases como: "El padre, del que el hijo trabaja en un ministerio". Lo correcto es: "El padre, cuyo hijo..." También está desapareciendo el subjuntivo. En los medios apenas se emplea. Suele oírse (o leerse): "El hecho de que ha venido es una buena señal". En buen castellano se dice: "El hecho de que haya venido..." "Si usted no había vendido el terreno, no se había construido" (Correcto: "Si usted no hubiera vendido el terreno, no se hubiese construido". Ahora se emplea exageradamente mucho el pretérito imperfecto de indicativo, que se usa en narraciones literarias con valor actualizante del pasado. Oímos o leemos: "La Guardia Civil detenía a los delincuentes..." Correcto: "La Guardia Civil detuvo..." "El edificio se derrumbaba a las tres de la tarde". Correcto: "Se derrumbó..." Creen los periodistas, quizás se lo habrán enseñado así, que el uso del pretérito imperfecto en vez del indefinido es más elegante. Este modo lo hallamos en narraciones históricas, por ejemplo: "Felipe II daba la orden de que zarpara la Armada Invencible".

El "leísmo" ya no hay quien lo pare. ¿Es tan difícil distinguir un complemento directo de un indirecto? A una mujer ya no la vemos, ahora se dice "le vemos". No la llamamos, "le llamamos". La forma "le" es correcta cuando se trata de un complemento indirecto: "le regalamos (a ella) unos libros". Se dice ciertamente: "el maltratador le pegó a su víctima" o "le dió una paliza", pero no es correcto decir "le maltrató (a ella)", sino "la maltrató".

¿A quién en la radio o en la televisión se le habrá ocurrido la genial idea de decir "ambos dos"? Pues este disparate ya lo hemos oído casi diez veces, tres de ellas en TVE1.

No voy a detallar los casos en que se acentúan mal las palabras. Excedería la longitud de mis reflexiones. Dejemos a un lado la falsa pronunciación de Nobel ("N(ó)bel), que en realidad es
Nob(é)l, ya que es un apellido francés con acentuación aguda. Somos el único país en Europa Ocidental que pronunciamos así el nombre del inventor de la dinamita y en cuyo honor se instituyó el prestigioso premio. Este error de pronunciación lo comete en España casi todo el mundo. También somos el único país de la Unión Europea que pronuncia "élite", que es incorrecto, en vez de "elite", que es lo correcto. El palabro "élite" se lo debemos al diario "El País", que lo puso de moda. Otros dos ejemplos de mala acentuación: el presente de indicativo de "adecuar" es "adecuo" (no, adecúo) y el de "evacuar" "evacuo", no "evacúo". La Real Academia de la Lengua es ahora muy generosa en aceptar desviaciones de la norma, como si pensara que la democracia o la libertad consiste en que cada uno use el castellano como quiera. Antes la Academia "limpiaba y daba esplendor", los académicos actuales parecen no estar por la labor y se limitan a consignar en vez de corregir. Haría falta una mayor vigilancia de las clases de lengua española en escuelas, colegios e institutos (y también universidades), pues ahí sospechamos que está el quid del mal uso del castellano. Defendemos la enseñanza del español en Euskadi y en Cataluña, y, los castellanos son los primeros en tratar a puntapiés a su lengua materna.

Si un académico tan insigne como Lázaro Carreter no consiguió con sus magníficos artículos en ABC o en "El País" cambiar algo, el deterioro del castellano será imparable.
 
Manuel Moral
 

miércoles, 28 de octubre de 2009

Pasos de cebra

Hubo alguien que dijo que los pasos de cebra estaban para que los automovilistas apuntaran mejor al peatón y lo pudiesen cazar con éxito.

Hay automovilistas que se transforman cuando se sientan al volante. Personas agradables, educadas y tímidas se convierten en seres desagradables, mal educados y agresivos. La velocidad aumenta su nivel de adrenalina y acelera su libido, estimula su autoestima y les hace sentirse únicos en la calle o en la carretera. Los motoristas se estimulan además sexualmente con el ruido del potente motor de su moto. Para esta clase de automovilistas, que no son privativos de ningún país, sino una especie muy corriente en la Unión Europea, el semáforo o el paso de cebras, de peatones, son enojosos obstáculos para su autorrealización, que procuran saltarse como si no fuese con ellos. El peatón es a sus ojos un ser inferior que se traslada por sus pies y que, en realidad, no tendría derecho a utilizar la vía pública, a no ser que lo haga por las aceras. Pero ocurre que en nuestro camino como peatones hemos de cruzar fracuentemente a la otra acera, y aquí viene la lucha entre el automovilista por su autoestima y el peatón por su supervivencia.

En la parisina Plaza de la Concordia, cruzar de una acera a otra por los pasos de cebra es una empresa de héroes. Los coches pasan raudos, casi rozándonos y encima nos dan bocinazos. Un amigo parisino me explicó cómo había que cruzar sin morir en el intento. Lo pimero, respirar hondo y concentrarse. Entonces, sin titubear pisar el paso de peatones y avanzar por él estólido, como si estuviese uno solo en el mundo. No mirar ni a derecha ni a la izquierda, siempre con la vista al frente. Caminar como un autómata, sin desviarse ni un centímetro de su camino. Los automovilistas veían a los peatones y los sorteaban en el último momento, con toda la seguridad. Si te mueves, si titubeas -me dijo mi amigo-al automovilista no sabe a qué atenerse y te atropella. En España, he ensayado este consejo y no me ha servido de nada: sólo para que por poco me machaque uno de esos energúmenos motorizados. ¿Es que los franceses son mejores conductores que los españoles? Lo dudo. Nuestros automovilistas sólo tienen que practicar el arte de respetar los pasos de cebra. Pero sin ayuda de la policía local (que tendría que estar más presente, lo mismo que está en todas partes para multar a coches mal aparcados) lo veo muy oscuro.

martes, 27 de octubre de 2009

Fumar puede matar

También los que fumamos en pipa nos vemos confrontados con estos tremebundos avisos oficiales, lo mismo que "fumar causa cáncer de pulmón". A mí no me convence esta campaña que me parece hipócrita y puede crear daños psíquicos en el fumador. Unas de las principales fuentes de ingreso de erario público es precisamente el tabaco. No obstante, los fumadores se ven sometidos cada día a más sevicias por parte del Estado, que cada vez restringe más las zonas donde el fumador pueda disfrutar de sus cigarrillos (pipas o puros). Es un auténtico acoso al fumador, que entre los fúnebres avisos y la imposibilidad de fumar sufre crisis de ansiedad, que solamente puede calmar fumando más, donde le dejen. ¿Por qué no prohibe el Estado el tabaco y cierra los estancos? Primero, porque no quiere matar a la gallina de los huevos de oro y, segundo, porque teme, con razón, que la prohibición del tabaco produzca mafias, como las del cannabis, la cocaína y la heroína, con el consiguiente subsuelo de crímenes para hacerse cada una con el monopolio de la nicotina. Hasta ahora, el Estado mantiene ese monopolio, con su correspondiente lucro. Asustar a los fumadores, pero que sigan legalmente adquiriendo su veneno (nicotina) parece el lema.

Por lo demás, les voy a contar una anécdota. Estaba yo un día en la consulta de mi médico en Munich cuando entró la esposa de éste, también médico, con la radiografía de una paciente. Los pulmones se veían completamente negros. Mi médico le dijo a su esposa: "Díle a esa señora que si no deja de fumar vivirá poco tiempo". "No sé", le contestó su mujer y colega, "tiene 96 años". En fin todo es aleatorio. Ya lo dice el aviso: "Fumar puede matar". Deja una puerta abierta a la esperanza.

El mito alemán

Los primeros emigrantes españoles que llegaron a Alemania, lo pasaron muy mal. La mayoría era casi analfabeta y se encontraron con un país desarrollado, con gente altiva que despreciaba a los emigrantes y con una lengua muy difícil, una auténtica barrera tras de la que se escudaban los alemanes en su soberbia y que, junto a las miserables circunstancias en que vivían los españoles- en barracones próximos a las fábricas- contribuía a reducir a cero la autoestima del emigrante español. Pero las cosas cambiaron bastante en un par de años. Con la reagrupación familiar, el emigrante español fue recobrando la seguridad en sí mismo. Los hijos pronto aprendieron el alemán y servían de intérpretes a los padres en los trámites con las temidas autoridades alemanas. El intérprete de las empresas jugó un esencial papel en la emigración española. Además de traducir, tenía muchas veces que hacer de asistente social.

El régimen franquista acogió con alegría la decisión de los obispos españoles (en cooperación con los alemanes) de enviar misioneros a Alemania, donde entretanto vivían ya más de 400.000 españoles. Pero grande fue la decepción de la Embajada de Franco y del régimen cuando se puso de manifiesto que los "misioneros" no eran nacionalcatólicos, sino más bien de izquierdas, partidarios de la teología de la liberación. Las misiones católicas españolas, que se fundaron, estaban en estrecho contacto con los partidos PCE y PSOE, prohibidos en España. Fue una colaboración fructífera, que se tradujo en la fundación de numerosos centros culturales españoles, donde, además del entretenimiento, se enseñaba política al emigrante. También los sindicatos alemanes, que defendían a los emigrantes, aportaron una gran colaboración para la formación sindical de los españoles, que sólo habían conocido la farsa de los llamados sindicatos verticales. Poco a poco fue surgiendo entre los españoles el llamado movimiento asociativo, que llegó a organizarse a nivel federal en la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo, que abarcaba a los centros y a las asociaciones de padres, que luchaban por los intereses de sus hijos tanto en la enseñanza en alemán como en las clases complementarias en español. El alma de la Coordinadora era el asistente social Ramón Tiscar.

En noviembre de 1964, a instancias del Gobierno federal, la radiodifusión alemana (ARD) comenzó a transmitir programas para los extranjeros en su lengua materna. Fui durante 35 años, hasta el cierre de los programas en 2001, director y redactor-jefe del programa español que se retransmitía desde Radio Baviera (Munich). La radio contribuyó también esencialmente a la organización e integración de los españoles en Alemania. No sólo informaba sobre el acontecer en la España de Franco, sino que mantenía en contacto, unos con otros, a los diversos centros y asociaciones, emitiendo sus comunicados. Había asimismo un espacio dedicado a informar a los oyentes de los actos políticos, sociales y culturales programados por y para los propios españoles.

Puede decirse que, entretanto, el temido mito alemán había desaparecido de la cabeza de la mayoría de los emigrantes españoles, siendo completa la equiparación como conciudadanos al ingresar España en la Comunidad Europea (hoy, Unión Europea) , una vez acabada la dictadura. Después de la muerte de Franco y durante la transición, la mayoría de los españoles regresó a España. En muchos casos volvieron con ellos sus hijos (hijas), que con su biculturalismo y bilingüísmo hallarían después buenas colocaciones como traductores e intérpretes en empresas hispanoalemanas o españolas de exportación. En Alemania residen unos 130.000 españoles que han fundado una familia allí (hay muchos matrimonios mixtos hispanoalemanes) y los abuelos no quieren separarse de sus nietos. Los españoles que van hoy a Alemania no necesitan proteger su autoestima. Suelen ser universitarios, profesores, ingenieros o especialistas en informática.

En Alemania también golpea la crisis, aunque el país siga siendo la locomotora de Europa, una locomotora, sin embargo, que va perdiendo vapor. Como en España, los políticos no parecen estar a la altura de las circunstancias en un país con más del 4% de parados, bolsas de miseria (especialmente en el Este de Alemania) y numerosas familias que viven en el umbral de la pobreza. Entre los alemanes empieza a cundir lo que llaman "Potikverdrossenheit" (hastío de la política) y los políticos, en su totalidad no están bien vistos: se les echa en cara sus buenos ingresos y sus privilegios. Crece el abstencionismo, lo cual es fatal para el sistema democrático. Estas líneas le parecerán conocidas al lector español, y es que en todas partes cuecen habas, aunque en algunas a calderadas,

Alemania es hoy un país como cualquier otro en Europa. En la costa mediterránea española viven centenares de millares de alemanes: no sólo jubilados, sino artesanos, ingenieros o médicos. Tienen su propio periódico, "Costablanca-Nachrichten" ("Noticias de Costablanca", hay otras ediciones para Mallorca y Costa del Sol) en el que son informados de los asuntos de su país de residencia, así como de la situación en Alemania. No existe ya el mito alemán.

domingo, 25 de octubre de 2009

El nuevo "belén"

Ahora que se acercan las Navidades no está de más recordar una noticia, con foto, que apareció el año pasado en toda la prensa y según la cual el papa Ratzinger había ordenado que se suprimiera del Nacimiento de El Vaticano el pesebre, el buey, los pastorcillos y los Reyes Magos, así como el castillo de Herodes, dado que, efectivamente, Jesús no había nacido en un pesebre en las afueras de Belén, sino en la casa de sus padres José el Carpintero y María, de profesión sus labores, en Nazareth. Cae así una patraña más de las urdidas a lo largo de los siglos por los cristianos. ¿Qué van a hacer ahora los católicos que aman los belenes? Lo más seguro es que continuarán con el nacimiento de la leyenda, que es más bonito. Por lo demás, no hubo nunca una masacre de los "santos inocentes": El cruel Herodes murió varios años antes de nacer Jesús. Por lo tanto, la familia de Jesús no tuvo que huir de Nazareth.

El Jesús que muy probablemente existió en Judea es, en cualquier caso muy diferente del Jesús de los Evangelios. Según historiadores judíos, anotaciones en el talmud o crónica local de los hebreos recogen que una joven judía casada, llamada María, fue violada en el campo por un legionario romano (algunas fuentes judías dan como nombre del violador a un tal Camberra). Cuando acudió a su casa, su marido, José el Carpintero, la repudió. Pero José tenía muy buen corazón y, poco después fue a buscar a su esposa y la condujo a casa. La joven había quedado embarazada. Pusieron al niño que nació el nombre de Jesús. Jesús, que tuvo dos hermanos y una hermana, quería ser predicador. En aquellos tiempos, por Judea pululaban los profetas, los predicadores y los curanderos (de enfermedades psicosomáticas; no se recoge en ningún sitio que ninguno de estos curanderos hubiesen restituido una pierna a un cojo o un brazo a un manco).

Jesús tuvo que ser un hombre muy discreto. Sobre su muerte hay muchas especulaciones, habiéndose impuesto la de que fue traicionado a los romanos por los propios judios por ser constantemente criticados por el predicador en su forma de vivir y su falta de fe. Pero Jesús no dejo nunca de ser judío. No puede probarse que quisiera fundar una nueva religión. La frase supuestamente dicha a Pedro de que sobre "esta piedra" edificaría su iglesia, es considerada una falsificación por la mayoría de los investigadores. Paulus está considerado como el fundador real del cristianismo. Sea dicho de paso que Paulus nunca se encontró con Jesús.

Algo llama la atención de todos los investigadores. ¿Cómo es posible que alguien a quien llamaban el mesías, que se consideraba hijo de Dios, que hacía asombrosos milagros (ya en otras civilizaciones existieron esos milagros, especialmente por parte de los sumos sacerdotes y magos egipcios), que fue ejecutado y al tercer día resucitó y que, ante una ingente mltitud, ascendió a los cielos, no fuera mencionado en ninguna crónica? Había en Judea excelentes cronistas judíos y romanos. La mención a Jesús por el cronista hebreo Josefo ha resultado ser una falsificación, lo mismo que la palabra Crestos, añadida a una crónica de Tácito. El auténtico Jesús debió de ser una persona muy pequeñita y modesta. Tal vez ahí, y no en las fantasías y ficciones de los Evangelios, resida la auténtica grandeza de Jesús de Nazareth.

La dramática estupida ignorancia de los nazis

La estúpida ignoracia de los obtusos nazis tuvo como consecuencia el holocausto y el asesinato de centenares de millares de otras personas en los campos de concentración nazis. Los "científicos de la raza" nazis (como Julius von Streicher), que se inspiraron para sus teorías de la "raza superior" en las tristes sandeces de Chamberlain y Gobineau, se apropiaron del término "ario" para designar al germano puro, que sería, según ellos, el "Übermensch" ("Superhombre"), el perteneciente a la raza llamada a dominar todo el mundo. Dicho sea de paso, pese al fascismo de Franco, los racistas alemanes reservaban a los españoles el papel de agricultores: serían el granero de la Gran Alemania (III Reich).

Las investigaciones modernas han tirado al desván de los trastos inservibles el concepto de "raza" gracias a los avances de la genética (los españoles tenemos muchos genes en común con los argelinos, tal vez debido a la procedencia de los iberos). Según las modernas investigaciones, en Europa nunca hubo un pueblo ario. Se conoce lejanamente que en Persia hubo una comunidad llamada "aria", que significaba "intocable". Historiadores como Rosa Sala Rose, autora de un libro sobre la simbología nazi, apuntan que los propios Hitler, Himmler, Göring y Goebbels eran conscientes de que ellos mismos no eran arios y que tampoco el pueblo alemán era ario. Había que reconstruir a la raza germánica (tomada por los nazis como la raza aria). Para ello idearon un monstruoso laboratorio de creación de arios: el llamado Lebensborn, donde se hacía mantener relaciones sexuales, con vistas a la procreación de arios, a parejas que ni siquiera se conocían entre sí: hombres y mujeres rubios, con los ojos azules, altos, de constitución atlética. Una vez realizado el coito, las parejas se separaban y, en la mayoría de los casos, no volvían a verse, según las tajantes órdenes recibidas por los directores del experimento. Como era de suponer, el proyecto fue un fracaso. Nacieron niños con el cabello castaño o negro, ojos negros y de mediana estatura. ¡La genética! En contra de lo que se creía, el pueblo alemán es uno de los más mestizos de Europa. Los que pagaron las consecuencias, después de la guerra, fueron las pobres criaturas procreadas en "Lebensborn", que tuvieron que esconder el oprobio de sus orígenes.

En cuanto a lo germánico. Los nazis hablaban con orgullo de que los alemanes eran "indogermánicos", es decir, germanos que llegaron al norte de Alemania desde la India, como casta pura. Los científicos nazis se empeñaron en reconstruir el "indogermánico" a partir del sánscrito. Jamás lograron un sustancial progreso, aunque hay que reconocer que hallaron algunas raíces comunes. Pero la lingüística ha demostrado que nunca existió una lengua indogermánica, que lo que sí existió fue la lengua indoeuropea, familia lingüística a la que pertenecen el griego, el latín (y sus lenguas románicas, entre ellas, el español), el alemán y el inglés. Ni las lenguas eslavas ni las semitas son indoeuropeas. Al hablar de indoeuropeo no se debe creer en una nueva pureza lingüística. Las lenguas indoeuropeas (por ejemplo, el español) están desde hace muchos siglos mezcladas con otras lenguas ajenas a lo indoeuropeo, que se ha quedado como un concepto puramente lingüístico-científico.

"Gürtel"

Para un alemán debe ser sorprendente leer en la prensa y oír en los medios españoles de comunicación la palabra alemana "Gürtel", que significa correa (así se llama el principal implicado) o cinturón, en relación con un gran escándalo de corrupción, cuya sombra planea sobre el PP. Es este un asunto escabroso y complicado, que dará mucho que hacer a la justicia. Para la reputación del sistema democrático el escándalo es catastrófico, pues contribuye a aumentar el hastio ante la política ("Politikverdrossenheit") que cada vez se hace notar más en la ciudadanía española. Muchos españoles confiesan no saber ya a qué partido votar, una lamentable situación que desemboca en el abstencionismo, muy peligroso para la existencia misma de la democracia. De no saber qué votar, preferible sería votar en blanco; es al menos un voto para la democracia al tiempo que una repulsa de los políticos.

Paralelamente a lo anteriormente expuesto está la circunstancia de que cada vez más circulan por internet duras críticas ("indecentes", "obscenos"...) contra lo que ganan los políticos y sus numerosos injustificados privilegios tanto fiscales como en las jubilaciones (incluso prematuras). Estas cifras astronómicas están en una escandalosa contradicción con el hecho de que en España hay un 19% de parados, ocho millones de españoles son pobres y existen numerosas familias que viven en el umbral de la pobreza. También esto es un grave peligro para la democracia, pues tales argumentos son utilizados por los ultraderechistas contra el sistema democrático. Según los fascistas, el único destino de las urnas es romperlas.

Los políticos de todos los partidos deberían consensuar una bajada sustancial de sus ingresos y una reducción de sus privilegios. A todos los demócratas nos va en ello la supervivencia. Por eso mi consejo a la clase política española: !Que se aprieten urgentemente el Gürtel!

viernes, 23 de octubre de 2009

La iglesia nacionalcatólica española y la publicidad

Muy mal debe de irle a la Iglesia nacionalcatólica española cuando se ve obligada a recurrir a la publicidad televisada. Allí la vemos cantar sus excelencias y cualidades, como los detergentes, los "purificadores" de los inodoros, los colchones, las pomadas contra las hemorroides, las pastillas para regular el "tránsito intestinal" o las cremas de suavizar vaginas y toda esa melée de anuncios de automóviles, de hamburguesas, de créditos casi gratis o de nuevos móviles. En fin, no hay por qué extrañarse: la Iglesia, como cualquier otra empresa, necesita dinero para cubrir sus gastos, pero los feligreses no parecen muy dispuestos a financiar a sus obispos.

jueves, 22 de octubre de 2009

EL VALLE DE LOS CAÍDOS

 
 
 
Existe una cuestión pendiente de nuestra democracia, aunque, ante los acuciantes problemas que acosan y agotan al Gobierno socialista, parece ya relegada a un oscuro rincón de la Historia. Me refiero al Valle de los Caídos, monumento faraónico construído entre 1940 y 1958 por, en su mayoría, presos políticos del franquismo, que así redimían penas con su trabajo. El monumento está situado en el municipio de San Lorenzo de El Escorial en la sierra de Guadarrama, sobre el valle de Cuelgamuros. El asunto podría considerarse una fruslería si no fuese por la circunstancia de que es el más grandioso símbolo del fascismo español representado por el dictador Franco, cuyos restos descansan allí, junto a los del fundador de la Falange, José Antonio, además de millares de restos de fallecidos en ambos bandos. Nadie preguntó a las familias de los muertos republicanos si querían que los restos de sus seres queridos descansaran en aquel lugar. Fueron conducidos allí en camiones por orden del propio Franco.

El Valle de los Caídos es el lugar predilecto de peregrinaje de fascistas y nazis españoles e internacionales, que celebran en aquel lugar asambleas y se muestran especialmente agresivos contra quienes ellos consideran demócratas. Los ultraderechistas españoles mantienen en el Valle de los Caídos una especie de mercadillo, en el que ofrecen toda clase de objetos y símbolos franquistas-fascistas y nazis. Entre los libros que ofrecen a los visitantes, además del opus de José Antonio, figura el criminal libro de Hitler "Mi lucha". Se da la circunstancia de que los derechos de propiedad de este libro, prohibido en Alemania, los tiene el Gobierno del land de Baviera, que persigue judicialmete a quienes lo reediten en la lengua original (alemán, "Mein Kampf") o en traducción.
 
¿Qué hacer con este pétreo monumento del franquismo, que es como una mancha grasienta en el paño de la democracia española? En mi opinión sería un error derribarlo. ¡Cuántos sufrimientos, cuántas muertes de prisioneros republicanos están esculpidos en las rocas del monumento de Cualgamuros! ¿No sería mejor convertir el Valle de los Caídos en un símbolo de todo el pueblo español? En su monumento contra los crímenes del nacionalsocialismo, los alemanes escribieron: "Nie wieder!", nunca jamás. En el lugar de la gigantesca cruz podría ponerse esta inscricpión: "Nunca jamás". Yo dejaría descansar allí a los muertos, incluido el sangriento tirano, permitiría que los familiares de los muertos republicanos se llevaran sus restos a un cementerio, si así lo desean para tenerlos más cerca. Eso sí, habría que impedir las concentraciones violentas de los fascistas y cerrar su mercadillo. Es una tarea que podría asumir la Guardia Civil, que seguramente no tendría que actuar largo tiempo. Si nadie les hace caso, si el Valle de los Caídos pertenece a todos los españoles, los ultraderechistas acabarían por abandonar. La capilla podría ser convertida en un museo sobre los horrores de todas las guerras.
 
Manuel Moral
 

miércoles, 21 de octubre de 2009

La memoria histórica

Un pueblo sin memoria, sin reconocer su pasado, no tiene ni presente ni futuro. Su presente, por muy democrático que quiera presentarse, será una farsa, un eterno compromiso entre el turbio pasado y una libertad prestada. Sólo a través de la memoria se consigue la plena libertad y el respeto a sí mismo. Los alemanes tuvieron que hacer la "superación del pasado" (Vergangenheitsbewältigung) para limpiarse el oprobio del nacionalsocialismo de Hitler (el amigo y protector de Franco), asumiendo el horrible pasado y jurando que algo así jamás volverá a suceder en Alemania ("nie wieder!"). Los alemanes pudieron así no sólo entrar a formar parte de la familia democrática, sino poder seguir construyendo el futuro desde el presente sin que el pasado fuese un obstáculo para el transcurrir democrático y sin verse sometidos a chantaje por sus adversarios. Todavía hoy son juzgados en Alemania criminales de guerra nazis, pese a su elevada edad (por encima de los 80). Estos juicios son sobre todo una catársis y un recuerdo a los ciudadanos alemanes de que la democracia es su más preciado bien.

En España no ha habido todavía una auténtica y consecuente "memoria histórica", obstaculizada por las derechas, incluido aquí el PP. En el Extranjero ha causado gran extrañeza que el Tribunal Supremo español admita la querella de un grupo de ultraderecha, Manos Limpias, e impute al conocido juez Garzón porque éste tenía (¿tiene?) la intención de juzgar al franquismo simbólicamente, en la figura de Franco, y condenar su dictadura de 40 años. ¿Cómo puede ocurrir esto en un país democrático, cuya singladura con el rey Juan Carlos al frente, le adentra en los principios democráticos, hacia cotas de mayor libertad, alejándolo de los siniestros tiempos del régimen dictatorial. ¿Cómo puede la extrema derecha tener la desverguenza de querellarse en defensa del fascismo? ¿Cómo puede ser estimada la querella en un país democrático?

La memoria histórica en España no es sólo que los familiares de los más de 1000.000 republicanos asesinados por el dictador, (con la ayuda de jueces espurios, que ya habían condenado a muerte al reo antes de iniciarse la farsa del juicio), puedan recuperar los restos de sus familiares y enterrarlos de forma digna. La memoria histórica ha de ser un esfuerzo colectivo, empezando por los centros docentes, de restituir la verdad histórica -no la individual, ni la revanchista-, falsificada por el régimen durante los cuarenta años que asoló a España. Incluye también el poco honroso papel jugado por las democracias occidentales de entonces, que miraron hacia otro lado cuando Hitler y Mussolini equipaban al artero general con el más moderno material de guerra y con soldados bien entrenados, nada más iniciarse el golpe de Estado. Tampoco puede soslayar que fue EE UU con el general Eisenhower, quien abrió a Franco la puerta de la supervivencia, a cambio de lo cual el dictador permitió que España -"su amada patria"- se convirtiera en el mayor portaviones de USA en Europa. Eran los tiempos de la guerra fría y para EE UU siempre todos los medios fueron lícitos (véase la larga relación de connivencias de Washington con los dictadores sudamericanos). A Franco no le importaba que con su proceder España se convirtiera en posible blanco de un ataque nuclear soviético.

Pero también en estos casos, la memoria histórica ha de servir para poner las cosas claras, sin óbice de que España mantenga hoy una estrecha y constructiva cooperación con todos los países democráticos del mundo, incluído EE UU.

Recordar ayuda a asentar el presente, dejando el lastre del pasado; contribuye a la salud social y política de una nación y es el camino más seguro hacia un futuro en libertad y democracia sin trabas.

Afganistán

El anuncio del Gobierno español de que enviará otro contingente de tropas a Afganistan, en el marco de las fuerzas armadas internacionales al servicio de la ONU, ha levantado protestas justificadas en España. Obviamos aquí las del PP, que apoyó o no dijo ni pío a la aventura guerrera de Aznar en Iraq junto a Bush y Blair, en una guerra absurda contra el terrorismo, con afirmaciones falsas y contra el enemigo equivocado, que, dicho sea de paso, era, eso sí, un sangriento tirano. Poco criticó EE UU al sátrapa Saddam Husein, cuando éste era aliado de Washington. La guerra contra el régimen de Husein concluyó, como se sabe, con la victoria de los aliados, el tirano fue ahorcado, pero Irak está lejos de ser un país en paz y democrático. El terrorismo que antes solamente practicaba el sangriento dictador contra shiíes y los curdos, ha desaparecido, pero la guerra de Iraq ha abierto las puertas iraquíes al terrorismo fundamentalista islámista de Al Qaeda y otras sectas islámicas iraquíes.

En Afganistán, las cosas se ponen cada vez más feas. Los talibán parecen haberse recuperado y derraman sangre casi todos los días con atentados suicidas o ataques de guerrilla. Las tropas de la ONU en Afganistán están sufriendo bajas (en España son conmovedores los funerales por los soldados muertos de las fuerzas armadas españolas destacadas en el país. siguiedo el mandato de las Naciones Unidas) y es hora ya de preguntarse si es adecuada la visión de la ONU del problema afgano y de la estrategia a seguir. Según el mandato de la ONU, las tropas extranjeras están en el país para ayudar a su reconstrucción. Sólo pueden disparar si son atacadas. Esto es un ejemplo de intolerable miopía "diplomática". La verdad es que en Afganistán se han reorganizado los talibán, que no fueron rotundamente vencidos, y que desde sus inexpugnables montañas lanzan casi a diario sangrientos ataques suicidas contra policías, soldados y población civil afgnanos, pero también atacan a ls tropas extranjeras, cobrándose su saldo de bajas.

Ha llegado el momento de declarar oficialmente a Afganistán en estado de guerra y que las tropas de la ONU sean preparadas para pasar a la ofensiva o, si este paso no quiere darse por la resistencia de las naciones de origen de los soldados, que éstas regresen a sus casas. Esta última solución, por la que abogarían los pacifistas, es difícilmente viable. El conficto afgano, en el que sí que se lucha contra las bases del terrorismo islámico, hace ya tiempo que ha saltado a Paquistán, donde los talibán han establecido uno de sus principales cuarteles y donde tienen fanáticos aliados islamistas, que golpean casi cada día a la población con salvajes y cruentos atentados suicidas. Pero además, tras la chapuza militar de Estados Unidos y Gran Bretaña en Afganistán, los activistas de Al Qaeda se reagruparon en las intransitables montañas paquistaníes, de donde difícilmente podrán ser expulsados y neutralizados por una "fuerza pacífica" e incluso por un potente Ejército. Si el fuego de Afganistán crece y se extiende a Paquistán, ganando también allí la partida los fundamentalistas islamistas, el mundo occidental se verá ante una enorme amenaza: Paquistán dispone de armas atómicas. ¡Qué pesadilla pensar que los terroristas de Al Qaeda pudiesen tener acceso a cohetes atómicos!

martes, 20 de octubre de 2009

El catolicismo y el Rey

Mientras que no se solucione el desmedido poder que se arroga la Iglesia nacionalcatólica en y sobre la sociedad española, la democracia española estará hipotecada por uno de los más fuertes poderes fácticos heredados del franquismo.

Es engañoso el argumento de la Iglesia nacionalcatólica de que España es mayoritariamente católica. Por tradición, los niños son bautizados en la fe católica, comulgan con ella y una mayoría de ciudadanos se casa ante un altar católico. Pero en el fondo se trata de "ceremonias paganas", que sirven de pretexto para montar una gran fiesta. Pero calculando generosamente sólo un 20% de los españoles son católicos verdaderamente practicantes. La Iglesia se basa en denominadas asociaciones de familias o de padres para fundamentar su incidencia social. Las manifestaciones que el clero lanza contra el gobierno socialista, están organizadas con el apoyo de los derechistas del PP, los ultraderechistas y las mencionadas asociaciones católicas (cortina tras la que se esconden los obispos).

Existe una extraña contradicción en la postura de los padres católicos: de una parte protestan rabiosamente contra la asignatura "Educación para la Ciudadanía" (que, por lo demás existe en otros países deEuropa: en Alemania se llama "Staatsbürgerkunde"), a la que acusan de querer "adoctrinar" a los alumnos, (el objetivo real es que los jóvenes se conviertan en buenos ciudadanos y conozcan sus instituciones). Sin embargo, los mismos padres toleran la indoctrinación de sus hijos por parte de la Iglesia, deformando los jóvenes cerebros con toda clase de absurdas afirmaciones, fabulaciones e incluso mentiras a la luz de la ciencia, en catequesis o en las clases de religión de los colegios católicos concertados. Además, la Iglesia exige la presencia del crucifijo en las aulas, como signo de identidad religiosa, también para los alumnos no católicos.

La Iglesia nacionalcatólica española parece creer poder contar con el hecho de que el Jefe del Estado, el rey Juan Carlos, sea un fervoroso católico. Pero el catolicismo de Juan Carlos y el de la Casa Real no puede abandonar la esfera de lo estrictamente privado. En la Constitución se denomina al Estado español como aconfesional. Tendría que haber dicho: "laico". Pero aun así, no es correcto que en visitas oficiales del papa a España, Juan Carlos hinque la rodilla y bese el anillo papal. Los reyes de España tienen perfecto derecho a acudir a las audiencias papales privadas que deseen y rendirle todos los honores de creyentes católicos a la cabeza visible de la Iglesia. Pero en una visita de Estado a El Vaticano, los reyes de España no pueden (no deben) inclinarse ante el papa como los demás fieles católicos.

Un ejemplo de conducta correcta lo da el presidente francés Sarkozy, que recibe al papa erguido y con un apretón de manos. Sarkozy representa a todo el pueblo francés y no a un credo religioso.

Los toros: la estética de la muerte

Nuestros lejanos antepasados, los iberos, tenían como totem al aurochs, de donde proviene el toro. El aurochs era venerado como una deidad y después matado en una solemne ceremonia. Los iberos veían en el aurochs la representación de la vitalidad, de la fuerza, de la sexualidad, y un enemigo, que encarnaba peligro; era un enemigo al que habia que eliminar. Casi tres mil años más tarde sigue viva en España la visión ibérica del toro. En España se ama y se odia al toro, el envidiado animal que representa la energía, la libertad, la potencia sexual (sus genitales son admirados y envidiados en un país donde los testículos (los cojones) son sinónimos de fuerza y de valor. Se odia al toro por miedo y por envidia. En una ceremonia absurda y brutal se sacrifica a estas reses, justificando el sacrificio con argumentos estéticos y artísiticos, sólo conocidos por los iniciados.

La Iglesia, tan enérgica en su defensa de la vida, admite tácitamente las corridas de toros. No en vano la ceremonia está rodeada de elementos religiosos. Una gra mayoría de los aficionados a los toros son católicos practicantes. La "capilla"del torero está llena de emblemas católicos: multitud de esstampitas de la virgen, con la virgen "preferida" en un altarcillo alumbrado por una profusión de velas, cristos y demás parafernalia pagano-religiosa. El torero, antes de salir al ruedo, se santigua, encomendándose a "Dios" en esta lucha que va a librar contra el mal. Los aficionados a los toros afirman que el animal no sufre -por lo visto ellos han sido alguna vez en su vida toros y hablan por experiencia. Por lo visto, el toro se lo pasa en grande siendo lanceado, abanderillado y por último, degollado. Otro argumento reza que es más noble morir luchando que en un matadero, como si el toro supiese distinguir entre lo noble y lo innoble. La Iglesia calla porque tiene muchos clientes entre los auténticos aficionados. No importa que estén en juego dos vidas: la del torero y la del toro. ¿No es un espectáculo infernal y obsceno que un hombre arriesgue su vida o su integridad física para satisfacer a una masa enardecida, fanática, sedienta de sangre? Otros afirman que sin las corridas se extinguiría la especie taurina, dado el alto costo de su crianza. Lo que se extinguiría serían los pingües negocios de los ganaderos, de los intermediarios, de los apoderados y de toda la fauna de chupópteros que rodean al "matador".

Los socialistas deberían ser los primeros en exigir que se prohíban las corridas cruentas de toros, haciendo causa común con los defensores de los animales y con los ecologistas. Por mucho que se empeñen los aficionados, los toros no son un espectáculo estético, son una glorificación del derramamiento de sangre (a poder ser a pleno sol); son la estética de la muerte, según la filosofía de Ernst Jünger.

lunes, 19 de octubre de 2009

La crisis

Lo que estamos viviendo no es sólo la crisis del neocapitalismo, el llamado neconservadurismo o neoliberalismo, sino la crisis de la democracia del siglo XIX y con ello la crisis del socialismo, del movimiento obrero, del sindicalismo y de todos los intentos de la izquierda democrática por convertir al capital en "socio" en la sociedad democrática, que aspira a la desaparición de todos los enfrentamientos y desniveles de los intereses del capital y del trabajo por una vía pacíifica, acabando así con la "lucha de clases".



Pero el capitalismo no cambia. Por mucho que en la izquierda socialista se halla hablado del "capitalismo con rostro humano", el capitalismo sigue siendo explotador y depredador. Es cierto que en la Ley Fundamental (Grundgesetz) de la República Federal de Alemania se establece la responsabilidad social de la propiedad, pero el capitalismo alemán, como el de todos los países, sólo conoce un objetivo: el lucro, y no se para en escrúpulos para conseguirlo: la última táctica es el traslado o deslocalización de empresas a países de bajo nivel salarial y débil sindicalismo,sin que le importe los millones de parados que puede haber en sus países de origen. Aquí han fallado los sindiatos, que no han sabido revitalizar a las organizaciones supranacionales laborales ya existentes (como la CIOSL, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres), o fundar una nueva organización supranacional, que defienda los intereses de los trabajadores en todas partes donde éstos sean lesionados. Los sindicatos nacionales, quizá un poco con la excepción de sindicatos fuertes alemanes (Verdi (servicios públicos) o IG Metall (sindicato metalúrgico) son frágiles y, como en España UGT y CC OO, carecen de los suficientes afiliados para constituir un severo correctivo del capitalismo. Tampoco ha servido de mucho la llamada "economía social de mercado" ("Soziale Marktwirtschaft"), presentada con el tiempo como un escaparate de la igualdad entre capital y trabajo, pero que ha sido completamente dejada de lado por el capital al adquirir éste su forma neoconservadora o neoliberal, que ahora ha entrado en una crisis que arrastra a todos: a los estados, los gobiernos, los trabajadores y los políticos. Es una grotesca ironía que el capitalismo que siempre ha estado en contra del Estado, del control por parte del Estado, por "cada vez menos Estado: la desestatalización, ahora se deje ayudar por el Estado recibiendo cantidades de millares de millones de euros, que lejos de invertir en favor de los trabajadores, se los embolsan tranquilamente para superar "su" crisis.

La crisis también es un fracaso del socialismo o, mejor dicho, de la socialdemocracia, fórmula ideada por una parte para distanciarse del socialismo no democrático (el comunismo) y por otra para aproximarse a los capitalistas como "socios de igual a igual", para lo cual los socialdemócratas renunciaron (los alemanes en Bad Godesberg, los españoles, a la zaga de la socialdemocia alemana, en Madrid), entre otras señas de identidad, al marxismo. Puede que el marxismo esté desfasado, pero, bajo otro aspecto, siguen teniendo vigencia muchos de los análisis de Marx. La socialdemocracia (incluído el PSOE) ha contribuído desde el gobierno o desde la oposición a elevar el nivel de vida de los trabajadores, pero también ha pervertido el sentido de locación social de muchos de éstos, incluídos en la clase media y consumista, y que al ser autónomos o pequeños y medianos empresarios, se han concebido ya como empresarios. Es este sector de la clase trabajadora el que más duramente está sufriendo ahora las consecuencias de la crisis, y, curiosamente, el que, en su totalidad, más parados genera.

Vivimos tiempos de mediocridades en la derecha y en la izquierda en la mayoría de los países democráticos. España no podía ser una excepción. Pero sólo una revitalización del socialismo y del sindicalismo (¿qué ha sido de la IS, Internacional Socialista, que en ningún lado se habla de ella, al contrario que la OMS con su pandemia de gripe porcina?) Los partidos de izquierdas y los sindicatos están sufriendo una gripe peor: la gripe de sus propias contradicciones. Un ejemplo de esta gripe: José Luis Rodrígez Zapatero con su política apocada de concesiones, entre otras, a El Vaticano y a la Iglesia nacionalcatólica española y su miedo a que España sea oficialmente un Estado laico, por muy católico que sea su Jefe de Estado, el Rey. El catolicismo de Juan Carlos es un asunto totalmente privado, que no debiera frenar a Zapatero. Es esto harina de otro costal, que merecería un comentario aparte, pero, se quiera o no, también pertenece a la crisis mundial de capitales, trabajo, gobiernos, gobernantes, políticos y de la sociedad moderna, que estamos viviendo, aunque sólo haya estallado por lo económico.

domingo, 18 de octubre de 2009

Anotaciones marginales

Nunca discutas con un necio. Te volverás tú tan necio como él. No hay nada más absurdo y estúpido que un "ateo militante" tratando de convertir a un creyente. Aborrezco por sectarias las asociaciones de ateos. El camino correcto hacia el ateísmo es el uso de la inteligencia, que elimina aquel lugar del cerebro, dondé se almacenan los miedos infantiles, las a veces absurdas órdenes o prohibiciones de los padres, las amenazas con "que viene el Coco" (hay adultos que aún temen al Coco, sea en forma de demonio o de cualquier otra figura terrorífica de ficción como Drácula), que aún creen en las a menudo falsas enseñanzas de los mayores (en la mayoría de los casos en el terreno religioso) o en las patrañas inyectadas en los inmaduros cerebros por los clerigos de todas las religiones, y las supersticiones. En la mayoría de los seres humanos ese lugar del cerebro no ha sido eliminado, todavía sigue activo, así se comprende que grandes pensadores, escritores, poetas o inteligentísimos intelectuales sigan creyendo en sus respectivas religiones y, sin son críticos, sus críticas solamente se refieran a aspectos superficiales, no a la esencia de la cuestión. No cito a los teólogos por constituir un caso aparte. Opinaba J. L. Borges que la teología es ciencia-ficción.

Por lo demás, me asalta siempre la sospecha de que los que menos creen son los altos jerarcas religiosos. Si el paraíso prometido por Mahoma es tan bello, con sus huríes, que empuja a jóvenes musulmanes fanáticos a inmolarse en acciones terroristas contra los infieles, ¿por qué no se inmolan sus jefes? ¿Por qué tienen tanto miedo a la muerte los jerarcas cristianos (católicos), si al final de esta vida, según predican, nos espera la vida eterna en la "Gloria"? ¿Por qué no está deseando morirse el papa Ratzinger, para ver por fin a su dios? Se vive tan bien en El Vaticano... ¿No decía la Iglesia española que estaba salvando almas cuando Franco masacraba a millares de republicanos después de la criminal guerra civil, apoyada por los clerigos españoles? ¿De dónde, entonces, el empeño de la Iglesia española en convertir en santos a los sacedotes y monjas asesinados por exaltados republicanos durante la guerra. Eso de salvar almas matando: ¿no salvaban también almas los "rojos"? Y puestos a hablar de mártires: ¿no fueron también mártires los millares de obreros, de sindicalistas, comunistas, socialistas, librepensadores, maestros de escuela, alcaldes...asesinados por Franco y sus esbirros, apoyados por la Iglesia, que cunducía al criminal de guerra bajo palio? Este slogan de "salvar almas con la muerte" también se oía con la Inquisición, que, dicho sea de paso, fue más cruenta en Francia que en España. Recuérdese la aniquilación de los templarios o el exterminio de los cátaros.

Pero también los primeros cristianos fueron tan fanáticos como los musulmanes. Destruyeron brutalmente la religión grecorromana, asesinando a sus seguidores, ayudados por los bárbaros de Alarico, a las órdenes del emperador Teodosio. También es inolvidable su arrasamieto de Alejandría y la destrucción parcial de la famosa biblioteca. La mujer más sabia de aquellos tiempos, Hipatia, fue descuartizada, atada a cuatro caballos. Todos estos desmanes fueron ordenados por un obispo cristiano, Cirilo. A aquellos "cristianos" se les conocía en el mundo pagano como "los hombres de negro".

En la Roma aún no dominada por el cristianismo, los emperadores se asombraban de aquellas "hordas" agresivas, enemigas del Imperio y de la religión romana, que buscaban el martirio en el circo con cánticos en los labios. ¿Se habría sacrificado el visionario judío elitista Paulo, cuyas visiones se debían a que padecía epilepsia? Pedro, nombrado primer obispo de Roma por Paulo, fue ejecutado en contra de su voluntad, como peligroso enemigo de los fundamentos del Imperio. Después llegó Constantino y...la historia es conocida. Sólo que Constantino jamás fue cristiano. Era seguidor de la deidad persa y griega, Mitra.

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¿Se puede ser socialista y cristiano? En mi opinión, sí, si el socialista se atieme al mensaje evangélico, fruto de muchas siglos de civilizaciones, y prescinde de lo añadido, de lo fantástico y de la ficción. El Padrenuestro y el Sermón de la Montaña, que pueden ser también piedras angulares del socialismo, son dos oraciones egipcias del culto de Isis, Osiris y Horus, que datan tres mil años antes de la era cristiana. Se da la circunstancia de que según consta en investigadores de dicho culto (que también llegó a Roma y del que los primeros cristianos tomaron algunos elementos, como oraciones, el culto a Isis, después reconvertida en la representación de la virgern María con el niño en el regazo -así podía verse a Isis en una catacumba-) el Sermón de la Montaña fue pronunciado por el dios-hombre Horus (hijo de Isis y de Osiris) en un lugar llamado El Monte de los Olivos, tres mil años antes de la era cristiana,

Retomando la pregunta: por el contrario, a mi parecer, un auténtico socialista no puede ser católico. El catolicismo, al igual que las demás religiones, ha desarrollado con el tiempo unas creencias, unos ritos y una parafernalia, que repugnan al sentido común que cabe esperar de un socialista auténtico.

sábado, 17 de octubre de 2009

Aquí y ahora

Tu problema es que añoras lo irrecuperable: el tiempo pasado.

Mal de muchos, consuelo de tontos. Pero ¿no nos da quien está peor que nosotros ánimos para sobrellevar nuestros males?

Es asombroso cómo podemos sentir empatía por alguien de cuya existencia no teníamos ni por asomo conocimiento hace sólo poco tiempo. Cuando vemos una muchedumbre: ¿cuántas personas habrá en ella, que podrían resultarnos imprescindibles?

La soledad es una casualidad más, como el estar acompañados.

Cada día se aprende algo nuevo. La edad no puede servir de pretexto para no saber.

El sexo sin cariño y sin ternura es baboso.

No adelantes el futuro; el presente se convertirá en pasado sin haberlo vivido.

No creo en las religiones ni en un destino predeterminado, lo que los turcos llaman kismet. Para mí, el destino es el resultado ded una serie de circunstancias casualmente concurrentes en un momento y lugar. Los alemanes dicen: "estar en el lugar equivocado en el momento equivocado". Sí es cierto que a toda persona, animal o cosa le llega "su hora" por los vericuetos del acaecer.

Todos los dioses, también los de las tres religiones monoteístas (cada una se reclama de ser la única verdadera), son invención del ser humano. No tienen en realidad más de 30.000 años de antigüedad, cuando comenzó a funcionar la inteligencia del homo sapiens, sapiens, que percibió con terror el mundo que le rodeaba y que no comprendía y, sobre todo, se dio cuenta de su existencia finita. Decía un filósofo anglosajón, cuyo nombre he olvidado, que los animales son eternos, porque no saben que van a morir. El hombre inventó, a su imagen y semejanza, dioses, seres superiores, que le protegieran, y espíritus buenos que se opusieran a los malos, al tiempo que comenzaron los ritos para tener contentas a las deidades. Las religiones se basan en mitos antiquísimos, en leyendas, supersticiones, fabulaciones, mentiras absurdas, declaradas misterios o dogmas, y falsificaciones. En todos los tiempos, también en la época grecorromana, los seres humanos han necesitado que les engañen, para creer en algo que haga nuestras vidas imperecederas.

Poeta no es sólo el que escribe poesía, sino también el que la lee o la entiende.

Odiar puede ser una forma de no querer olvidar o ser olvidado.

La identidad es el conjunto de circunstancias existenciales que adjetivan al YO. La identidad es mutable, flexible y ampliable. El YO es inmutable. Sólo desaparece con la muerte.

La fe es la capitulación de la inteligencia ante lo incomprensible.

Vivir es un desnacerse.

¿Por qué temer al porvenir? En cada instante anida ya el futuro, y cada momento puede ser la última vez.

Learn to see and you will always discover a new world. (Aprende a ver y siempre descubrirás un mundo nuevo).

Der Zufall ist das Urprinzip des Lebens (el azar es el principio fundamental de la vida).

viernes, 16 de octubre de 2009

La realidad

Alle Gegenstände -der Mensch mit eingeschlossen - bestehen aus Bausteinen. Der bisher kleinste Baustein ist das Atom. Die "wirkliche Welt" ist deswegen kein Trug. Wir sehen die Gegenstände so, wie sie unserer menschlichen Ebene entsprechen Um die Bestandteile der Gegenstände zu sehen, verfügt der Mensch über besondere Geräte (Mikroskope) und andere immer kompliziertere Instrumenten.

Todo cuanto nos rodea es real, con independencia de nuestra percepción, en todos sus aspectos y dimensiones.

No te metas en los campos que ignoras. No suplas la ignorancia con la fantasía, que te dará una imagen distorsionada y falsa de lo real.

La realidad consta de diversos planos. Nosotros vivimos en el plano que corresponde al ser humano.

No quieras saberlo todo. Confórmate con tus limitaciones, acepta tu ignorancia: "sé que no sé nada" (Sócrates).

Stay on the human level. If you learn to see yo will always discover a new world.

No confundas las perspectivas ni compares lo incomparable.

Toda cosa es transformable sin que cambien los elementos que la componen (si se añaden otros elementos existirán nuevos componentes, que harán la cosa distinta.

El aspecto natural de la materia es el que apreciamos a simple vista. Con una lupa ya vemos detalles no percibidos antes. Con un microscopio nuclear puede ya apreciarse la composición básica. Aún se iventarán intrumentos más potentes.

Tan realidad es la materia como sus componentes (Bausteine).

La realidad es compleja, polifacética y mutante.

La materia (todos somos materia) está estructurada por la Naturaleza.

Todo lo que vemos no es lo que vemos, sino cómo lo vemos. Por eso, cada individuo tiene otra "percepción" de lo mismo que vemos nosotros. En la contemplación intervienen elementos subjetivos como pensamientos, sentimientos, recuerdos, estados de ánimo...

jueves, 15 de octubre de 2009