martes, 31 de octubre de 2017
CULTURA: Historiadores "de pa sucat amb oli"
Después de haber visto hace un par de días en Facebook un vídeo aberrante de “Dolça Catalunya” sobre la conferencia de un supuesto historiador catalán, Victor Cucurull Miralles, que podría ser incluso cómico si no fuese un triste exponente del machacón adoctrinamiento gota a gota al que han sido sometidos los catalanes por parte de organizaciones pseudo-culturales financiadas por la Generalitat, me puse a brujulear en internet en busca de más información sobre el Institut de Nova Història, responsable de la "reescribición" de la Historia y Cultura de España.
Como bien dice el refrán: "El que busca encuentra..." y así fue también en este caso. Descubrí un sinfín de comentarios sobre ese engendro que ha recibido durante estos últimos años importantes subvenciones públicas por parte de organismos oficiales catalanes como, por ejemplo, ayuntamientos.
Y mira qué casualidad. Justo cuando iba a comenzar a escribir, me di de narices con un estupendo artículo de Brais Cedeira aparecido hace dos días en el periódico digital “El Español”, el nuevo reducto de Pedro J. Ramírez después de su destitución como director del diario El Mundo. Así que, ¿para qué iba a romperme yo la cabeza si ellos lo han hecho ya probablemente mucho mejor que yo? Y, por si eso fuera poco, Brais Cedeira escribe de forma muy amena, por lo que estoy segura de que les va a gustar su, al menos en mi opinión, excelente trabajo titulado: “Los 'catedráticos' que se inventan la historia catalana a 400€ por conferencia”. Dice así:
“El Institut de Nova Història se fundó en el año 2007 y cuenta con el apoyo de la Generalitat. Aseguran que personajes como Miguel de Cervantes, Cristóbal Colón, Da Vinci o Santa Teresa de Ávila son catalanes. Ningún historiador de prestigio les reconoce.
Víctor Cucurull Miralles se enardece él solo. Lleva unos minutos explayándose, con los ojos iluminados como los de un crío, obcecado en desmentir esa “falsa historia” que siempre se ha estado contando durante muchos siglos sobre Cataluña. Ha tenido que venir él vestido de profeta posmoderno para descubrirla porque antes nadie se había enterado: el estado español no sólo roba el dinero, dice, también la historia.
“Somos la primera nación del mundo. No hay otra nación en el mundo que haya llegado a un grado de civilidad como el que tiene la nación catalana. Y nos la han robado. Han ejercido violencia extrema contra nuestra nación para apropiarse de nuestra historia”. En ese momento, Cucurull hace una pausa dramática. El momento lo merece, así que también levanta la mano izquierda un poco crispada, mientras su acompañante observa de reojo su pelo blanco y su perilla blanca. Tras él, en el escenario de un salón de actos en la localidad de Valls, una estelada luce como único decorado. Cucurull exclama: “¡First nation in the world!”.
Víctor Cucurull |
Luego prosigue su disertación, durante la cual salta de la Edad Media al siglo XX en menos de dos minutos. Él va soltando sus revelaciones al público, emocionado y sorprendido de que nadie más -¡cómo puede ser!- supiera que Cataluña ha sido durante siglos la nación más grande de la historia. Veamos algunos ejemplos de lo suyo: "Roma no comenzó a ser la capital que fue, hasta que no entraron los catalanes". "El descubrimiento de América no se llevó a cabo por españoles, sino por catalanes". "Carlos V. ¿No os suena curioso que el Emperador Carlos se retiró en San Yuste? ¡Monasterio de Yuste! Todo esto es mentira, que me expliquen a mí que este emperador se fue a retirar a donde Dios perdió la espardeña”. Cucurull cambia ahora el tono, se pone didáctico y revela el dato que nadie conocía hasta el momento: “Carlos V se retira aquí, en su monasterio de San Jerónimo de la Murtra”.
Dice que es historiador, y así se refleja en su currículum. Hace años que dice ejercer ese trabajo. Por alguna razón, no le hace falta realizar grandes investigaciones. Tan solo necesita de su propia palabra. Cucurull es, desde hace años, una de las caras visibles del Institut de Nova Història, el aparato que la Generalitat emplea para la difusión de la historia verdadera de la región. Una historia alternativa y novedosa, hasta ahora presuntamente oculta por los historiadores de prestigio. Una historia que promulga ideas novedosas: dicen que el origen de la nación catalana se remonta al siglo VII antes de Cristo.
Hay más: para ellos Colón era miembro de una noble familia barcelonesa apellidada Colom. Aseguran que la expedición del descubridor genovés no partió de Palos de la Frontera (Huelva), sino de Girona. Y también que Leonardo Da Vinci es un hijo perdido de una noble casa real catalana. Santa Teresa de Ávila, por supuesto, también nació allí.
No cuentan con el respaldo de ningún historiador de prestigio, ni en Cataluña ni fuera de ella. Ninguno de los miembros de su equipo ha publicado una tesis doctoral. Quienes figuran como investigadores de la fundación son, entre otros, un ingeniero industrial, un filólogo, un graduado en historia y un periodista local. Así es el Institut de Nova Història, el brazo cultural que falsea la historia de Cataluña promocionado por la Generalitat.
Así se explican ellos: “El Institut de Nova Història es una fundación de estudios y de búsqueda sobre la tergiversación de la historia de Cataluña y los antiguos reinos de la corona catalano-aragonesa. Nuestro método de trabajo consiste en realizar propuestas y desarrollos de una actitud de mente abierta”.
En sí, lo que viene a hacer este instituto es organizar todo tipo de conferencias y tertulias de autores desconocidos con ideas “novedosas”. “Organizamos presentaciones de autores y libros y publicamos estudios, entre otras actividades. El instituto de Nueva Historia tiene suficientes elementos para entrar en las entrañas de la historia oficial, aquella que va a ser escrita por los vencedores. Una historia que ellos, desde el poder que han gestionado y gestionan, han ido configurando según sus intereses y necesidades”.
El instituto nació en el año 2007. Su objetivo, desde el principio, era demostrar un rumor: la catalanidad de personajes como Cristóbal Colón o Miguel de Cervantes. Desde entonces, no han parado de crecer. Llenan auditorios y salas de conferencias de todo tipo que cada uno puede contratar a su gusto. Así, la charla titulada “Cristofol Colom: la otra historia”, puede impartirse en el municipio que lo desee si la contrata con antelación. En ella se repasarán todos los indicios“que ponen de manifiesto la catalanidad del descubridor de América”. Todo por un módico precio de 400 euros más gastos de desplazamiento.
Esas son las de Jordi Bilbeny, las más caras. El precio oscila luego entre los 150 y los 300 euros dependiendo del “caché” del ponente. Por algo más de 150, se puede contratar a un tal Albert Fortuny para que explique que, en realidad, el descubrimiento de América no partió del puerto de Palos de la Frontera, si no del puerto de Pals, en la comarca del Bajo Empurdán. Una ganga.
La medida del personaje la da un poco esta pregunta que le hacen el siete de julio de 2003.
-¿Y Cervantes era catalán?
-No me extrañaría. ¿Qué castellano escribiría la historia de un castellano loco que recupera la razón en Cataluña?
-Un castellano con ironía -responde el entrevistador-.
-O un catalán, directamente. No sabemos dónde nació, dónde murió, dónde está enterrado, no tenemos sus originales. Todo lo que se sabe de él le vincula a Cataluña.
12 años después, en 2015, un grupo de antropólogos confirmó haber hallado los restos de Cervantes en la Iglesia de las Trinitarias de Madrid. Bilbeny continúa defendiendo que el escritor es catalán. Él insiste en que no, que no se llamaba Miguel de Cervantes. Es, en realidad, otro señor distinto el que escribió todo eso. Se llama Joan Miquel Sirvent. Y el libro no era El Quijote, sino "el Quixot".
Bilbeny vende sus libros con investigaciones que no alaba ningún historiador de prestigio a un precio que ronda entre 15 y los 20 euros. Bilbeny es licenciado en Filología Catalana por la Universidad Autónoma de Barcelona. Bilbeny comenzó su doctorado pero no pudo terminarlo porque los académicos le retiraron su apoyo. Bilbeny perteneció a la junta del Centro de Estudios Colombinos de Òmnium Cultural. Bilbeny hace de todo, y todo lo hace bien.
Nadie entre los expertos historiadores españoles toma en serio esta afirmación. El Grupo de Investigación del Siglo de Oro (GRISO), un colectivo multidisciplinar de filólogos, humanistas e historiadores especializados en esa época -algunos de ellos catedráticos- aseguran que se trata de algo “intolerable”. “Se lo saca de la manga. Están en su derecho a criticar ciertas cosas, pero con argumentos”, explican estas fuentes a EL ESPAÑOL.
Bilbeny, además de en la historia, está metido en política. Lleva muchos años vinculado a la CUP en Arenys de Munt, su tierra natal. Esa relación con la política es algo que parece estar bastante presente en el mundo de la cultura en Cataluña. Este hombre es, además, es el principal defensor de la teoría de que Cristóbal Colón nació en realidad en Cataluña. Sin embargo, esa defensa acérrima de la catalanidad del genovés, que nunca ha conseguido demostrar, provocó discusiones surrealistas con los miembros de su propio partido. El simbólico monumento dedicado al descubridor de América en Barcelona, que está situado en la Plaza del Portal de la Paz, fue objeto de polémica hace un año cuando los concejales de la CUP pidieron retirarla y sustituirla por “una obra alegórica de la resistencia de los pueblos indígenas y de los esclavos”. Entonces Bilbeny salió a defender a Colón, que cómo iban a eliminar la estatua si Colón es catalán. Ya no se volvieron a aclarar en si el navegante era o no un esclavista. Un auténtico follón.
Víctor Cucurull, natural de Rubí (Barcelona), el hombre con el que abríamos el reportaje, es un personaje un tanto excéntrico. Además de dedicarse a estas charlas del Institut de Nova Historia es miembro fundador y secretario de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), asociación que convoca y organiza las manifestaciones independentistas en Cataluña.
Sin duda, el lazo entre este instituto de supuesta divulgación histórica y los políticos separatistas es bien estrecho. Cucurull es uno de los ideólogos de la Vía Catalana 2014, la enorme V que unía Diagonal y la Gran Via de Barcelona en la Diada de ese año. Bajo el lema, “Ara es l´hora”, el independentismo sacó músculo ese año.
Sin embargo, Cucurull no fue siempre un separatista acérrimo como lo es ahora. En el año 1980, se presentó como candidato al parlamento de Cataluña por UCD (Unión de Centro Democrático). En el partido de Adolfo Suárez, Cucurull iba incluido como número 17 por la circunscripción de Barcelona. Desde entonces, ha ido derivando hacia un sentimiento mucho más próximo al catalanismo, hasta sus postulados independentistas actuales. En cierta forma, es la cara visible del Institut de Nova Història. Algunos de los vídeos de sus disertaciones han alcanzado más de 500.000 visitas en Youtube. Estas, al final, sin argumentación, son un conglomerado de aforismos sobre una supuesta historia supuestamente robada por “el estado español".
Además de ese componente de divulgación de una historia que ellos creen como cierta, los miembros del instituto han estado presentes en actos políticos a favor del independentismo. Entre ellos, el primero de todos. Quizás el más importante.
Sucedió en el año 2009. Arenys de Munt, una localidad de 8.500 personas al norte de Barcelona, vivió una jornada histórica el 13 de diciembre del año 2009. Ese día se produjo la primera consulta de la historia sobre la independencia de Cataluña. Allí estaban todos los que hoy encabezan el procés soberanista: Carme Forcadell (hoy presidenta del Parlament de Cataluña), Anna Gabriel (la líder de la CUP), Oriol Junqueras (líder de ERC), Joan Tardà… Estaban esos nombres, pero había también otros. Otros vinculados con el Instituto Nueva Historia.
La pregunta en aquel entonces fue muy sencilla: “¿Está de acuerdo con que Cataluña se convierta en un estado de derecho, independiente, democrático y social, integrado en la Unión Europea?”. La cuestión ha cambiado mucho desde ese lejano primer conato de referéndum. Algunos nombres ya no están allí, pero dan la medida de las relaciones entre la cultura y la política en la comunidad catalana.
Del cuadro La Gioconda, de Leonardo da Vinci, los pseudohistoriadores llegan a decir que el fondo es un paisaje de Cataluña.
Tras la consulta, una comisión evaluadora presentó los resultados. En la foto de la rueda de prensa aparece un algo más joven Oriol Junqueras en el extremo izquierdo como uno de los organizadores. En el lado contrario, está también uno de los protagonistas de este reportaje y de esta asociación que promueve toda clase de bulos del pasado de Cataluña: Jordi Bilbeny.
La relación del Instituto de Nueva Historia con los principales políticos del independentismo en Cataluña quedó acreditada hace años. Un último ejemplo del apoyo que Bilbeny ha logrado conseguir. El 30 de marzo de 2012, Jordi Pujol, el ex molt honorable, le envió una carta felicitándole por su libro “Descubrimiento y conquista catalana de América. Una historia reescrita por los castellanos”. En él, Bilbeny esboza la teoría de que la historia ha sido manipulada durante siglos para arrebatársela a los catalanes. En esa carta, el ex president, decía: “Muchas gracias por hacerme llegar el libro que acaban de publicar desde el Instituto de Nueva Historia. Son libros muy convincentes. Poco a poco, se van haciendo hueco. Les quiero felicitar por el trabajo, por el buen trabajo que hacen. Y les animo a continuar en esta misma línea”.
No era el único en el que comenzaban a calar estas tesis. Josep Lluis Carod Rovira también manifestó hace años su fascinación por ese mismo libro en una presentación del mismo.
“Lo que explica este libro es tan heavy metal que parece imposible. Y al leerlo, acabas cuestionando la verdad oficial del descubrimiento de América. Los que no conocíamos la tesis que difunde Bilbeny, y con la que poco a poco nos ha ido haciendo cómplices, sorprende la magnitud de la operación. Es muy bestia lo que se explica en el libro, porque se borra todo rastro, por minúsculo que sea, de la catalanidad del Descubrimiento"...
Ellos son los dos cabezas visibles, pero hay algunos otros responsables de estas conferencias sobre esa “verdadera historia catalana”. Francesc Garrido es, en realidad, ingeniero industrial, especialista en cálculo de estructuras de metal. Josep Mayolas es periodista local en la zona del Maresme. Albert Fortuny pertenece también a este pequeño gabinete. Dice que en el cuadro de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci el paisaje del fondo nos muestra el río Llobregat.
Ellos siguen a lo suyo. Predicando una historia y atrayendo a muchos a sus tesis. Como en el Quijote de Cervantes, la realidad es que los molinos no son gigantes malvados. Son tan solo molinos".
Hasta aquí Brais Cedeira en El Español del 29 de octubre 2017.
No dudo que se habrán quedado boquiabiertos ante los sinsentidos que propagan esos chiflados. En este mismo orden de ideas, les aconsejo que lean la somanta que les pega Arturo Pérez Reverte el 20 de junio 2016 a todos estos historiadores catalanes “de pa sucat amb oli” (de poca monta, de pacotilla) en su rúbrica para XL Semanal “Patente de corso”, que pueden leer si lo desean siguiendo el vínculo. Su título: “El Cid era catalán”. Estoy convencida de que la afilada pluma de Pérez Reverte no sólo les arrancará una sonrisa, sino que también les resarcirá de la sarta de insensateces y mentiras vertida por los cuatro mosqueteros de la Historia de Cataluña.
M.R.
LEÍDO EN LA PRENSA
"Las Portadas de los Diarios" en EL PERIÓDICO de hoy:
Interior premia a policías y guardias civiles con el mismo sueldo que los mossos
Zoido atiende la campaña de 'La Razón' a favor de la equiparación salarial de los cuerpos de seguridad españoles
La fuga de Puigdemont a Bruselas protagoniza los quioscos de Barcelona y Madrid
El Ministerio de Interior ha decidido agradecer finalmente los servicios prestados a los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional con el algo más que medallas y buenas palabras. A partir del próximo año, los miembros de estos dos cuerpos de seguridad españoles cobrarán los mismos salarios que sus homólogos en el cuerpo de los Mossos d'Esquadra, cuyos emolumentos son sensiblemente superiores.
'La Razón' publica este martes en su portada que el departamento que pilota Juan Ignacio Zoido ha atendido la campaña de este diario a favor de la equiparación salarial de policías y guardias civiles con mossos y ertzainas. Será a partir del año que viene al estar recogidos en los Presupuestos Generales del Estado para el 2018, aún pendientes de aprobación por las Cortes Generales. En algo se tenía que notar que 'La Razón' está dirigida por el comisario honorífico Francisco Marhuenda.
Es esta una de las pocas noticias singulares de las portadas de este martes de los diarios de Madrid y Barcelona, casi monopolizadas por la noticia de la huida de Carles Puigdemont a Bruselas, donde podría pedir asilo político a las autoridades de Bélgica.
'Ara' indica que el presidente cesado por el Gobierno de Mariano Rajoy y acusado de rebelión por la Fiscalía General del Estado "busca reabrir el frente internacional desde la capital comunitaria", mientras que 'Abc' asegura que el viaje confirma que "el golpismo se diluye".
Los titulares de las portadas:
EL PAÍS
"Puigdemont busca asilo en Bélgica para burlar la justicia. Un abogado que defendió a miembros de ETA dice ayudar al ¡expresident'. El Parlament y el Govern acatan la aplicación del 155"; "La Bolsa se dispara tras la convocatoria electoral. El PIB crece un 0,8% pese a la crisis catalana"; "Imputado un jefe de la campaña de Trump por la trama rusa"; "La anterior cúpula policial pudo espiar sin permiso judicial".
EL MUNDO
"Puigdemont huye de Cataluña el día que es acusado de rebelión. Viajó en coche a Marsella y desde allí voló a Bruselas con cinco ex 'consellers', donde ha contratado a un abogado que ayudo a varios etarras a eludir la Justicia"; "El separatismo se pliega al 155 y acudirá el 21-D a las elecciones"; "El fiscal dice que el Govern iba a usar los Mossos "como fuerza armada"; "Podemos se desploma y pierde casi un tercio de sus votantes"; "El ex jefe de campaña de Trump, acusado de conspirar contra EEUU".
"Puigdemont huye de Cataluña el día que es acusado de rebelión. Viajó en coche a Marsella y desde allí voló a Bruselas con cinco ex 'consellers', donde ha contratado a un abogado que ayudo a varios etarras a eludir la Justicia"; "El separatismo se pliega al 155 y acudirá el 21-D a las elecciones"; "El fiscal dice que el Govern iba a usar los Mossos "como fuerza armada"; "Podemos se desploma y pierde casi un tercio de sus votantes"; "El ex jefe de campaña de Trump, acusado de conspirar contra EEUU".
ABC
"El golpismo se diluye. La Fiscalía pide hasta 28 años de prisión para el Govern y la Mesa del Parlament por rebelión o sedición, y malversación".
"El golpismo se diluye. La Fiscalía pide hasta 28 años de prisión para el Govern y la Mesa del Parlament por rebelión o sedición, y malversación".
LA RAZÓN
"La Fiscalía pedirá detener a Puigdemont si se refugia en Bélgica. Maza: "El Govern era consciente de que el 1-0 la muchedumbre iba a protagonizar actos de violencia""; "Rusiagate: la investigación de la trama rusa pone en jaque a Trump"; "Interior atiende la campaña de La Razón y emperezará a equipar los sueldos de Policía y Guardia Civil a los Mossos en los PGE de 2018".
LA VANGUARDIA
"Puigdemont se asesora en Bruselas para pedir asilo"; "El fiscal se querella contra el Govern por rebelión, sedición y malversación"; "PDECat y ERC trabajan en las fórmulaspara concurrir a las elecciones"; "El Estado asume la gestión de las 'conselleries' sin oposición".
EL PERIÓDICO
"Puigdemont busca amparo en Bélgica. El president destituido y cinco de sus consellers viajan de incógnito a Bruselas"; "Interior dice que los Mossos pudieron evitar las cargas del 1-O"; "El miedo a perder el empleo silencia el acoso sexual en Catalunya".
"Puigdemont busca amparo en Bélgica. El president destituido y cinco de sus consellers viajan de incógnito a Bruselas"; "Interior dice que los Mossos pudieron evitar las cargas del 1-O"; "El miedo a perder el empleo silencia el acoso sexual en Catalunya".
EL CORREO
"Puigdemont busca amparo en Bélgica el día que la Fiscalía le acusa de rebelión"; "De la Serna tiende la mano al PNV y le pide apoyo a los Presupuestos"; "Huye con la recaudación tras atracar y dejar atada en su coche a la jefa de un súper de Mungia".
Fuente: EL PERIÓDICO
CURIOSIDADES
Cada país tiene sus curiosidades. Y por qué iban a ser los alemanes distintos...
Hoy vamos a centrarnos en cuatro curiosidades típicas alemanas dentro del campo de la lingüística, especialmente las letras y palabras.
1. Letras especiales
Para ser concreto el alemán solo tiene 4 letras especiales. Las metafonías ä, ö y ü y también una que a mucha gente le parece muy extraña β (Eszet). El sonido se puede comparar al seseo de una serpiente. No obstante se tienen que aprender estas 4 letras para pronunciar el alemán correctamente. ¡Son muy importantes!
2. Palabras compuestas
No hay alguna duda que los alemanes tienen una preferencia por palabras compuestas. Por ejemplo se utiliza frecuentemente la palabra “Geschwindigkeitsbegrenzung” (límite de velocidad) que en español necesita 3 palabras distintas para expresar el mismo significado. Se pueden encontrar miles de estas palabras y se les usa en la vida cotidiana.
3. La palabra más larga en alemán
El amor de los alemanes por palabras compuestas causa la formación de la palabra más larga del alemán.
La palabra „Donaudampfschifffahrtselektrizitätenhauptbetriebswerkbauunterbeamten“ pudiese parecer como escrita por alguien que se ha quedado dormido encima del teclado. Pero en realidad, es la tercera palabra más larga del mundo y significa nada más y nada menos que “Sociedad de funcionarios subalternos de la construcción de la central eléctrica principal de la compañía de barcos de vapor del Danubio”. ¿Si los alemanes usan esta palabra? ¡Seguro que no!
Fuente:
Instituto Berlín, Alicante
Instituto Berlín, Alicante
PENSAMIENTO
“Es falso
juzgar a todo un pueblo o colectivo.
Las abstracciones conducen al error.
Lo
que cuenta es el individuo concreto,
nuestro semejante en lo bueno y en lo
malo”.
M.M.
lunes, 23 de octubre de 2017
TEMA DE HOY: El 155
El artículo 155 de la Constitución española es un tema candente. Pero, ¿saben ustedes qué dice exactamente?. Reza así:
1.) Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
2.) Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas”.
Precisamente ayer, escuchando la rotunda afirmación de Pedro Sánchez durante su intervención en el acto de clausura del 13 Congreso regional ordinario del PSOE de Madrid de que “todas las Constituciones europeas tienen un artículo 155 para defenderse de los secesionistas”, pensé para mis adentros que, de ser verdaderamente así, esa medida para preservar la unidad de España no podía ser quizás tan nefasta como algunas voces críticas nos sugieren. Como, generalmente, ni todo es tan bueno, ni todo tan malo como algunos medios nos quieren hacer creer, me he armado de paciencia y he comenzado a hacer mis propias indagaciones utilizando los humildes medios a mi alcance (Google, Yahoo, diversas agencias de noticias y diarios, que cito al final de este artículo) con el fin de recopilar los datos que, de forma muy abreviada, les ofrezco a continuación.
En primer lugar, me ha quedado meridianamente claro que la secesión unilateral de parte del territorio de un Estado no es aceptada por ninguna Constitución del mundo. El principio de autodeterminación de los pueblos, adoptado para liquidar los imperios coloniales tras la Segunda Guerra Mundial, sólo es aplicable, según la doctrina de la ONU, a las colonias, en caso de dominación extranjera, o en supuestos de genocidio o de violación masiva y flagrante de los derechos humanos. En cuanto a la Unión Europea, el artículo 4.2 del tratado de la Unión prevé que "la Unión respetará las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial, mantener el orden público y salvaguardar la seguridad nacional" (La Vanguardia, 11 may. 2015).
En primer lugar, me ha quedado meridianamente claro que la secesión unilateral de parte del territorio de un Estado no es aceptada por ninguna Constitución del mundo. El principio de autodeterminación de los pueblos, adoptado para liquidar los imperios coloniales tras la Segunda Guerra Mundial, sólo es aplicable, según la doctrina de la ONU, a las colonias, en caso de dominación extranjera, o en supuestos de genocidio o de violación masiva y flagrante de los derechos humanos. En cuanto a la Unión Europea, el artículo 4.2 del tratado de la Unión prevé que "la Unión respetará las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial, mantener el orden público y salvaguardar la seguridad nacional" (La Vanguardia, 11 may. 2015).
Por cierto, sería conveniente recordar que, tanto en la I como en la II República la indivisibilidad del país también estaba anclada en la Constitución. En el caso de la I República: “Es facultad de los Poderes públicos de la Federación la conservación de la unidad y de la integridad nacional” (Título V, Art. 5). Y también la Constitución de la II República, románticamente añorada por muchos, aunque fuese todo menos perfecta, mencionaba explícitamente a los “límites irreductibles de su territorio actual” (Tít I. Art.8º).
La République française es implacable por lo que respecta al secesionismo. Lo dice bien clarito el artículo 89 de su Consititución: “Ningún procedimiento de revisión puede ser iniciado o llevado adelante cuando se refiera a la integridad del territorio”. O sea, que aquí no hay artículo 155 que valga. En ese mismo contexto, también es interesante el artículo aparecido el 05.03.2015. en el diario digital El Español que, entre otras cosas, escribe:
“A diferencia del Estado español, la República francesa no tiene complejos frente al independentismo. Las autoridades francesas han llevado ante los tribunales a una asociación que, coincidiendo con el 9N, pretendía organizar una consulta en el departamento de los Pirineos Orientales para promover la secesión de este territorio y su posible anexión a una Cataluña independiente.
Según recoge el diario L'Indépendant de Perpiñán, la Prefectura de los Pirineos Orientales (el equivalente a la Delegación del Gobierno) reclama la disolución del denominado 'Comité para la autodeterminación de la Cataluña del Norte' porque el objetivo de esta entidad es "la separación del departamento del territorio nacional".
Construir "la gran Cataluña" independiente
La Prefectura justifica su demanda porque la consulta suponía un "atentado a la integridad del territorio nacional" francés, y reprocha a la asociación que sostenga en sus estatutos que "la dominación de la República Francesa sobre el pueblo de Cataluña del Norte conduce al paro masivo, al éxodo de los jóvenes, al aumento de la pobreza, a una caída del nivel de vida y a la destrucción del tejido económico".
La Prefectura justifica su demanda porque la consulta suponía un "atentado a la integridad del territorio nacional" francés, y reprocha a la asociación que sostenga en sus estatutos que "la dominación de la República Francesa sobre el pueblo de Cataluña del Norte conduce al paro masivo, al éxodo de los jóvenes, al aumento de la pobreza, a una caída del nivel de vida y a la destrucción del tejido económico".
La consulta pretendía plantear a los cerca de 300.000 electores del departamento dos cuestiones. La primera era si estaban a favor de "la gran Cataluña, que reuniría la Cataluña del Sur y la Cataluña del Norte en un solo Estado independiente y soberano". La segunda era si querían que "la Cataluña del Norte", por sí sola, se convirtiera en un Estado independiente y soberano”.
Fin de la cita
Fin de la cita
Vaya por delante, que nuestra Constitución ha “pedido prestados” varios de sus artículos al “Grundgesetz” (Ley Fundamental o Constitución) de Alemania, entre ellos el 155. Se trata de una medida cuando un Land alemán (en nuestro caso, una Comunidad autónoma) no cumpliese con las obligaciones constitucionales o suponga una grave amenaza para la seguridad nacional. La Ley Fundamental alemana contempla en su artículo 37 que “si un Land no cumpliere las obligaciones federales que le incumben con arreglo a la Ley Fundamental o a otra Ley Federal, podrá el Gobierno Federal, con el asentimiento del Consejo Federal, adoptar las medidas necesarias para imponer a dicho Estado el cumplimiento de sus deberes mediante la coerción federal”. Para responder a tal circunstancia, el mismo artículo en su apartado 2 prevé que “para el ejercicio de la coerción federal tendrá el Gobierno federal o, eventualmente, su comisionado (Beauftragter) el derecho de impartir directrices (das Weisungsrecht) frente a todos los Estados regionales y sus órganos”.Sin embargo, el susodicho artículo 37 no parece contemplar la suspensión de un Estado Federal.
En Austria, la constitución contempla la suspensión de los órganos de Gobierno de sus ocho “Länder” en determinadas circunstancias. Sin embargo, las ocho regiones austríacas apenas disponen de competencias transferidas por el Gobierno central (ordenación del territorio y el urbanismo, la protección natural, la caza, la pesca, y la agricultura, la protección de la juventud y el derecho a recaudar algunos impuestos).
La Constitución italiana sí contempla en su artículo 136 la suspensión del Legislativo o del presidente de las regiones si vulneran la Carta Magna. "El Parlamento regional podrá ser disuelto cuando ejecute actos contrarios a la Constitución o cometa graves violaciones de la Ley o no atienda al Gobierno cuando le invite a sustituir a la Junta o al presidente que hubiese realizado análogos actos o violaciones...".
En cuanto a Portugal, nuestros vecinos no tienen, al menos de momento, el problema de la secesión por la simple razón de que, en su Carta Magna, están prohibidos explícitamente los partidos regionales. Si bien el regionalismo en el norte de Portugal ha tenido un cierto auge, dada la pobreza en la que siguen viviendo sus habitantes en comparación al resto de Portugal.
En Reino Unido, no existe una Constitución como Ley Fundamental. Los ingleses se rigen por un conjunto de leyes desarrolladas a lo largo de los siglos y que no tiene refrendo en un texto único. Así, la celebración del pasado referéndum de Escocia, sin ningún texto que explicitara la Unidad Nacional, pudo ser negociada entre el UNP y el Parlamento sin ninguna clase de obstáculos y ese acuerdo fue vinculante.
Hasta ahora, el único caso que se ha dado de suspensión de la autonomía en un Estado miembro de la UE ha ocurrido en el Ulster (Irlanda del Norte). Una situación totalmente particular cuyo estatus especial en Reino Unido es resultado de los Acuerdos de Viernes Santo entre católicos y protestantes que pusieron fin en 1998 a décadas de conflicto y miles de muertos. Dicho texto exige que ambas comunidades estén representadas en el Gobierno de Belfast. Cuando no ha sido así, Londres ha asumido el poder en la provincia. Desde entonces, la autonomía ha sido suspendida en cuatro ocasiones, la última vez durante cinco años.
Para que se hagan una idea de cómo es tratado el tema de la secesión en diversas Cartas Magnas fuera de nuestro país, les insto a echar una ojeada a un comentario muy explicativo de Rafael Nuñez Huesca para LA GACETA titulado “Así protegen los Estados del mundo su unidad territorial”, que pueden leer siguiendo el vínculo.
Sólo me queda esperar que estos pequeños apuntes al tema “Independentismo y Artículo 155”, que actualmente preocupa a gran parte de los españoles (a mí personalmente, catalana de nacimiento, me tiene francamente acongojada), haya podido aclarar buena parte de sus dudas.
Margarita Rey
Fuentes: EL ESPAÑOL, EL PAÍS, LA VOZ DE GALICIA, LA GACETA, LA RAZÓN
REVISTA DE PRENSA
Madrid dibuja el desmantelamiento de la Administración de Puigdemont
El Gobierno cesará a los altos cargos y asesores, desmantelará la hacienda catalana y relevará a Trapero
En el inicio de la semana de la aplicación del 155, los diarios de Madrid se hacen eco este lunes de las informaciones que le llegan del Gobierno del PP sobre la afectación de ese polémico artículo de la Constitución. 'El País' señala en su portada que el Ejecutivo central cesará los altos cargos "que no acaten la legalidad" y desmantelará la nueva hacienda catalana anunciada por el Govern de Carles Puigdemont.
Campaña contra lenguas cooficiales
'Abc' suma al plan de desmantelamiento lo que define como "red de asesores del separatismo", que, según señala el rotativo, está integrada por unos 300 cargos nombrados por el Govern. La monárquica publicación apunta en su primer titular interior su campaña contra la inmersión lingüística del catalán y la amplía más allá de Catalunya, en concreto, a Valencia y Baleares. En el mismo saco entra el euskera en el País Vasco y Navarra. El lema del rotativo: "Las lenguas cooficiales puntúan más que una carrera en los puestos públicos".
'Abc' suma al plan de desmantelamiento lo que define como "red de asesores del separatismo", que, según señala el rotativo, está integrada por unos 300 cargos nombrados por el Govern. La monárquica publicación apunta en su primer titular interior su campaña contra la inmersión lingüística del catalán y la amplía más allá de Catalunya, en concreto, a Valencia y Baleares. En el mismo saco entra el euskera en el País Vasco y Navarra. El lema del rotativo: "Las lenguas cooficiales puntúan más que una carrera en los puestos públicos".
Trapero como objetivo
Por su parte, 'La Razón' añade el control de los Mossos d'Esquadra con el relevo del icónico mayor Josep Lluís Trapero como primera medida. En un editorial, este diario se felicita por la "depuración" en la policía catalana y titula con un expresivo "Los Mossos volverán a ser la policía de todos".
En Catalunya, el independentista 'Ara' abre su portada con un significativo "El soberanismo busca una respuesta unitaria al 155" y admite que parte del PDECat "quiere elecciones después de la DUI simbólica". En la misma línea destaca que los 'comuns' reclaman un frente común de las fuerzas catalanistas.
Los titulares de las portadas
El País: "El Gobierno cesará a los altos cargos que no acaten la legalidad"; "Así se negoció en diez días el artículo 155. Tras los contactos iniciales, Carmen Calvo y José Luis Ayllón agilizaron el acuerdo"; "La victoria de Abe permitirá a Japón tener un Ejército convencional"; "El peronismo libra en las urnas una batalla feroz por el liderazgo".
El País: "El Gobierno cesará a los altos cargos que no acaten la legalidad"; "Así se negoció en diez días el artículo 155. Tras los contactos iniciales, Carmen Calvo y José Luis Ayllón agilizaron el acuerdo"; "La victoria de Abe permitirá a Japón tener un Ejército convencional"; "El peronismo libra en las urnas una batalla feroz por el liderazgo".
El Mundo: "Puigdemont se resiste a la convocatoria de elecciones para frenar el 155"; "150 denuncias en Cataluña por delitos de odio desde el 1-O"; "Primeras grietas en los socialistas por el apoyo de Sánchez a Rajoy"; "Moncloa trata de frenar la rebelión contra Juan Rosell en la CEOE"; "Anticorrupción pedirá imputar a Gallardón por el fraude del Canal".
La Razón: "Rajoy nombrará a un mando único para aplicar el 155"; "El Gobierno relevará a Trapero por otro mosso"; "El actual bloquesoberanista perdería la mayoría absoluta"; "Aeropuertos: ningunacompañía volaría sobre el "cielo pirata de la república de Puigdemont".
La Vanguardia: "Dos de cada tres empresas que dejan Catalunya van a Madrid"; "El Govern se centra en la respuesta a la aplicación del 155"; "El apoyo a la intervención de la Generalitat provoca grietasen el PSC" ; "El norte de Italia exige más poder".
EL PERIÓDICO: "El independentismo gana pero no crece tras el 1-O"; "El Govern descarta el adelanto electoral"; "El ciclo alcista del 'ladrillo' durará hasta el 2020, según los expertos"; "Las escuelas de Ripoll trata de pasar página tras los atentados yihadistas".
Ara: "El soberanisme busca una resposta unitària al 155"; "Primer va venir l'autogovern, després la Constitució"; "El Japó es prepara per a la fi del pacifisme"; "El sector turístic rebaixa l'alarmisme".
El Punt Avui: "Els ajuntaments rebutgen el 155"; "LA solidaritat madrilenya"; "Les falàcies de Dastis"; "L'economia creix malgrat el relat espanyol".
Fuente: EL PERIÓDICO
jueves, 19 de octubre de 2017
CULTURA: Manuel Vázquez Montalbán
Por la reseña en Facebook de Libros Alcaná me he enterado de que hoy se cumplía el 14 aniversario del fallecimiento del polifacético periodista y escritor Manuel Vázquez Montalbán.
Mi marido Manuel oyó hablar de él a finales de los años 60/principios de los 70 a través de amigos de la prensa madrileña. Vázquez Montalbán era colaborador, me parece que bajo seudónimo, de la prestigiosa revista “TRIUNFO” donde le habían hecho un hueco para que publicase una serie de artículos titulada "Crónica sentimental de España" que, por cierto, tuvo un gran éxito. Por aquel entonces Vázquez Montalbán no era persona grata del régimen franquista (había pasado un par de años en la cárcel por actividades subversivas cuando todavía era estudiante). Así que hubo que recurrir a un alias para poder trabajar y ganarse el sustento.
Fue el también tristemente desaparecido periodista y luego cineasta Pedro Costa Musté, (por aquel entonces un hippy de mucho cuidado, con largas patillas y frondoso mostacho) quien se lo presentó a mi difunto marido con motivo de un viaje organizado por no sé qué organismo cultural alemán, al que se apuntaban un montón de intelectuales de las letras españolas para poder escapar del oprimente clima de la España de Franco y respirar -a gastos pagados- un poco de aire fresco en países como Alemania. La visita al Westdeutscher Rundfunk, en Colonia, y al Bayerischer Rundfunk (la mítica “Radio Baviera”) de Múnich eran obligadas. Pedro Costa escribía ya con regularidad crónicas y comentarios para Radio Baviera (por supuesto con un nombre falso porque mentar a Radio Baviera en medios oficiales era como nombrarles a la bicha). Creo recordar que Vázquez Montalbán también escribió bastante antes de que falleciera Franco algún que otro artículo para el programa en español del Bayerischer Rundfunk, que pagaba muy bien esas colaboraciones. Además, al cambio era un pastón, por lo que había tortas por trabajar allí, aunque fuese de tapadillo.
A Vázquez Montalbán la fama le llegó de la noche a la mañana como autor de novelas policíacas cuyos protagonistas eran el detective Pepe Carvalho, su fiel ayudante (y cocinero) “Biscúter” y su pareja, amante o como se la quiera llamar, Charo. Aunque su vida cambió y empezó a irle bien económicamente, él siguió siendo el mismo hombre de izquierdas, sencillo, socarrón, amigo de sus amigos y amante de la buena mesa.
Manuel y yo le conocimos personalmente en Madrid cuando, ya después de la muerte de Franco, nos levantaron la prohibición de poner los pies en España. Fue a raíz de uno de esos múltiples viajes de placer (con escala en la capital de España para que Manuel pudiese cobrar en metálico los honorarios que se habían ido acumulando en la revista POSIBLE por sus asiduas crónicas desde Alemania), que otro escritor catalán amigo de los dos Manueles, el entretanto también fallecido Luís Carandell, nos lo presentó. No os quiero ni contar lo bien que lo pasamos los cuatro comiendo cocido en “La Bola”.
Estábamos a principios de la Transición y, a pesar de que ya se podía despotricar bastante abiertamente sobre el antiguo régimen, era mejor bajar la voz si las críticas eran demasiado acerbas. Nunca se podía estar seguro de que no apareciesen de repente por el foro algunos rompe-reuniones fachas, que no se andaban con chiquitas a la hora de soltar guantazos (y nunca mejor dicho, porque casi siempre calzaban guantes de piel). Eran fácilmente reconocibles porque, además, solían usar abrigos de Loden verde en invierno. Mi Manuel me contó en ese contexto una anécdota muy graciosa: Visitando El Rastro para ver si encontraba alguno de esos relojes antiguos de bolsillo que tanto le gustaban y que le dio por coleccionar, había un par de chiquitas jóvenes repartiendo octavillas por allí. En cuanto le vieron aparecer con su auténtico abrigo tirolés de Loden verde, echaron a correr casi perdiendo las bragas por el camino. ¡Menudo susto que debieron pegarse las pobrecitas!
A Manuel Vázquez Montalbán le vimos por última vez en Barcelona a principios de los 90, antes de las Olimpiadas. Había aparcado -al menos, de momento- a Carvahlo, era entretanto uno de los escritores con más best-sellers de España, estaba bastante más delgado y se había afeitado el bigote. Nos invitó a comer en su restaurante fetiche, “Can Lluís”, en la calle de la Cera, en el barrio del Raval. Era la primera vez que íbamos allí, pero no sería la última porque se comía (y creo que todavía se sigue comiendo) de maravilla. De hecho, Manuel Vázquez Montalbán tiene una placa conmemorativa de azulejos en ese restaurante barcelonés porque le dedica un párrafo entero en su novela “Padres e hijos”. Fue una velada más que agradable. Se habló como era de esperar de política. Estaba muy desilusionado por los derroteros que había tomado el PCE/IU (él, marxista desde su adolescencia, era militante del PSUC, un partido que Manuel llevaba contra viento y marea siempre en su corazón).
Fue nuestra última comida juntos. Después, cosas de la vida, le perdimos de vista. Él estaba muy atareado con sus múltiples proyectos y a mi Manuel no le gustaba ponerse en plan plasta si alguien no daba señales de vida. No volvimos a vernos en persona. Supimos de él nada más que a través de sus exitosos libros y hasta que apareció la noticia de su súbita muerte por infarto en el aeropuerto de Bangkok.
Margarita Rey
Margarita Rey
lunes, 16 de octubre de 2017
TEMA DE HOY: La vuelta a la yenka...
Si alguien se esperaba una respuesta clara y rotunda de Puigdemont es que tiene una ingenuidad a prueba de bombas. A esa mezcla de ingenuidad, inocencia y credulidad le llaman en alemán “Blauäugikkeit” (me encantan esas definiciones alemanas tan precisas para los que a menudo en español necesitamos una frase entera…).
Pero a lo que íbamos. En su burofax del hoy al Sr. Rajoy, el “Honorable” Puigdemont muestra la misma ambigüedad que en su Yenka-Declaración de hace 6 días, en la que fue el hazmerreír de toda la prensa europea y objeto de bromas de personas tan serias como el Ministro de Justicia alemán, Heiko Maas. Maas, a su llegada el 12 de octubre a la reunión de Ministros de Justicia de la UE en Luxemburgo, le comentó en tono jocoso a la prensa: “acabo de declarar la independencia del Sarre”. Y seguro que no fue el único en mofarse de ese “un pasito p’alante, un pasito p’atrás” de Puigdemont que hoy se ha vuelto a repetir.
Aunque el asunto tenga enjundia, me está resultando ya cansino leer y oír en los medios las opiniones de sesudos comentaristas que, como yo, no tienen ni zorra idea de por dónde van a salir los tiros ni de un bando ni de otro, aunque probablemente lo hagan por la culata. Y es que la cosa se está poniendo francamente fea. En una parte tenemos al núcleo duro de los independentistas capitaneados por la CUP y Ómnium Cultural presionando a Puigdemont y, en la otra, a los halcones dentro y fuera del PP que intentan coaccionar a Rajoy para que actúe de forma contundente contra Cataluña. Vamos, que les mande como mínimo a los Tercios de Flandes …
Sinceramente, creo que el acorralado Puigdemont ha vuelto a elegir una táctica parecida a la que tan bien le salió el pasado 1-O, cuando los “mossos d’esquadra” se pusieron de perfil y llamaron en su ayuda a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con el resultado que todos conocemos. Ahora se trata de provocar a Rajoy para que haya una reacción desmesurada por parte del Gobierno, que colocaría a Puigdemont, en Cataluña y fuera de ella, en un papel de mártir y que dejaría al Gobierno español en calzoncillos ante la opinión pública internacional.
Lo malo del caso es que los efectos de esta táctica son inciertos e impredecibles. Inciertos, por poco claros. E impredecibles, porque Puigdemont, al igual que Artur Mas en su día al aliarse con la CUP, no puede calcular a priori el alcance de sus maniobras de despiste de cara a unos y otros. Todos sabemos cómo acabó Mas: defenestrado por obra y gracia de la CUP, que pidió su cabeza como precio a su apoyo para la formación de un Gobierno, sin el cual la coalición “Junts pel sí” no hubiese tenido la mayoría necesaria.
Precisamente ahora que se acaba de cumplir el 77 aniversario del fusilamiento de Lluís Companys, el presidente de la Generalitat, cuestionado en su día por muchos independentistas y anarquistas, capturado por la Gestapo en Francia en 1940 y entregado al régimen de Franco para ser ejecutado frente a uno de los muros del Cementerio de Montjuich, quisiera puntualizar que el primero que declaró la independencia no fue Companys, sino su antecesor Francesc Macià. Sin embargo, la declaración de esa efímera República Catalana (duró tan sólo 10 horas) el 6 de octubre de 1934 (que, por cierto, fue tan nebulosa como la de Puigdemont*), es la que invocan los independentistas. Probablemente por el hecho de haber sido encarcelado pocas horas después. En este contexto, me permito citar unas frases del Diario de Sevilla de ayer:
“Companys fue militante catalanista desde su juventud, republicano y miembro de ERC, pero no de los más radicales. De hecho, los últimos años de su vida fue cuestionado por independentistas y anarquistas, de un lado, y por las fuerzas conservadoras y republicanas, de otro. Quien primero proclamó el Estado catalán en la Segunda República no fue él, sino su antecesor, Francesc Maciá, en las horas de confusión que se sucedieron entre la huida de Alfonso XIII y la instauración del nuevo régimen. Maciá proclamó el Estado catalán dentro de la república de los pueblos ibéricos, pero sin una intención clara de segregar el territorio. Fue precisamente Lluís Companys quien impidió que en el balcón de la plaza de Sant Jaume se izara en abril de 1931 la estelada, símbolo de Estat catalá, que era una facción de los soberanistas con milicia propia. La bandera que ondeó fue la senyera. A consencuencia de ello, Niceto Alcalá Zamora envió a un grupo de diputados a parlamentar con Maciá, entre ellos Fernando de los Ríos, a consecuencia de lo cual se instauró la Generalitat de Cataluña. Ese fue el pacto. Maciá murió en el cargo, y Companys lo sucedió en la víspera de las elecciones legislativas españolas que ganaron las derechas en 1933.
La proclamación de la independencia de Companys de la que tanto se habla en estos días fue una confluencia, por tanto, del catalanismo y de la revolución que las fuerzas de izquierdas aunaron en contra del Gobierno de Lerroux”.
Fin de la cita
Nadie sabe cómo acabará Puigdemont. Sin embargo, lo que a mí me aterroriza son los espíritus que, probablemente sin querer, ha despertado: El nacionalismo exacerbado en uno y otro bando, en el que los fascistas de ambos lados salen a la calle enarbolando banderas como arma arrojadiza. Yo no soy mucho de banderas, pero estoy totalmente en contra de que tanto la “senyera” como la bandera nacional hayan sido secuestradas por supuestos “patriotas” que las utilizan indebidamente para sus espurios fines. Porque no se trata únicamente de pedazos de trapo. Para muchos ciudadanos representan la expresión de un sentimiento de pertenencia que no merece ser deshonrado por exaltados y extremistas, sean del color político que sean.
Desgraciadamente, mucho me temo que estemos asistiendo al inicio de una escalada de actos violentos y vandálicos por parte de esos grupos de ultras catalanes y españoles que, invocando un patriotismo que creíamos ya superado, sólo siembran el odio a su paso y segregan en lugar de unir. De no poner coto a tiempo cortando por lo sano, no descarto que, más pronto que tarde, se tenga que hacer frente a numerosas revueltas locales que puedan llegar a extenderse por todo el país. Quisiera equivocarme, pero recordando a Goethe en su cuento “El aprendiz de brujo”, el dilema ante el que se encuentran Puigdemont y Rajoy actualmente es cómo reconducir la situación y librarse sin demasiados estropicios de esos espíritus que -el uno de forma activa y el otro de manera pasiva- invocaron tan alegremente sin pensar en las consecuencias.
Margarita Rey
*
"En esta hora solemne, en nombre del pueblo y del Parlamento, el Gobierno que presido asume todas las facultades del poder en Cataluña, proclama el estado catalán de la República Federal española y (…) les invita [a los republicanos españoles] a establecer en Cataluña el Gobierno provisional de la República española".
LEÍDO EN LA PRENSA
Las imágenes de violencia fascista en Valencia, con dejación policial incluida, son toda una señal de alarma en este momento histórico de polarización política. Si encima el PP se niega a denunciarla en sede parlamentaria y Ciudadanos tampoco expresa su condena, nos adentramos en un terreno muy peligroso de tolerancia e impunidad. ¿Todo vale para expresar el patriotismo español? ¿Por qué la españolidad se deja asociar con la violencia fascista que atemoriza la calle? La Unión Europea ha recordado que la violencia política es una línea roja incompatible con la democracia y el espíritu europeo que es el de la Ilustración.
¿Han sopesado los dos partidos de centro-derecha y toda su corte mediática las consecuencias de minimizar o banalizar las serpientes del fascismo callejero? Me temo que no. Para ellos, tan solo son un efecto secundario y controlable del momento pasional y enervado que vivimos. Hanna Arendt ya nos advirtió de lo peligroso que resulta banalizar el mal. El "a por ellos" futbolero hacia la policía es un ejemplo de banalización del mal que ha envalentonado a la clásica extrema derecha.
Minoría latente
La extrema derecha y los grupúsculos fascistas siempre han existido como una minoría latente, aunque muy desunida en multitud de siglas y colectivos sin un liderazgo carismático que los cohesione. Ha ido sobreviviendo como una amalgama de franquistas nostálgicos, falangistas, social patriotas, nazis y racistas ultras con focos muy activos en Madrid y Valencia. Sus menores de 40 años están bien conectados a las redes sociales lanzando discursos de odio y exhiben su virilidad violenta en gradas futboleras y en palizas a víctimas desamparadas.
La extrema derecha y los grupúsculos fascistas siempre han existido como una minoría latente, aunque muy desunida en multitud de siglas y colectivos sin un liderazgo carismático que los cohesione. Ha ido sobreviviendo como una amalgama de franquistas nostálgicos, falangistas, social patriotas, nazis y racistas ultras con focos muy activos en Madrid y Valencia. Sus menores de 40 años están bien conectados a las redes sociales lanzando discursos de odio y exhiben su virilidad violenta en gradas futboleras y en palizas a víctimas desamparadas.
El último informe sobre delitos de odio que recoge las denuncias al Ministerio del Interior indica que en el 2016 hubo 1.272 delitos de odio en España. Los más comunes son por racismo y xenofobia (416), por disfobia o discriminación hacia discapacitados (262), por intolerancia ideológica (259), por discriminación de la orientación e identidad sexual (230), por intolerancia religiosa y antisemitismo (54), por sexismo degradante (41) y por aporofobia u odio a los pobres sin hogar (10). Todas ellas son conductas extremas constitutivas de delito y representan una ínfima parte del total de dos millones de infracciones penales cometidas en 2016. Son pocos delitos pero, cualitativamente, son el peor veneno de la convivencia y la demostración de fuerza de ideologías totalitarias de infausto recuerdo.
Callejero y patrio
Los delitos de odio son fascismo callejero. Pero ante el momento crítico y apocalíptico con que ven a su España, el fascismo patrio que vimos en Valencia parece quedar banalizado por la derecha parlamentaria. Así queda normalizado y blanqueado. Hace unos días, una masiva manifestación en Zaragoza por la unidad de España jaleaba al orador que, sin presentarse, era el jefe provincial de Falange. Toda una infiltración aplaudida. Todo un fracaso calamitoso para la España laica, liberal y democrática que no sacraliza a la patria y, por ello, va perdiendo el relato.
Los delitos de odio son fascismo callejero. Pero ante el momento crítico y apocalíptico con que ven a su España, el fascismo patrio que vimos en Valencia parece quedar banalizado por la derecha parlamentaria. Así queda normalizado y blanqueado. Hace unos días, una masiva manifestación en Zaragoza por la unidad de España jaleaba al orador que, sin presentarse, era el jefe provincial de Falange. Toda una infiltración aplaudida. Todo un fracaso calamitoso para la España laica, liberal y democrática que no sacraliza a la patria y, por ello, va perdiendo el relato.
Los datos del CIS nos dicen que el 80% de los electores que se reconocen de extrema derecha votan al PP. Hasta ahora así ha sido. El fascismo patrio y banal que se fermenta y se socializa en radios, tertulias y columnistas de cierta prensa madrileña acabará teniendo su propio nicho electoral con las siglas que sean. Está ganando en hegemonía y solo falta que alguien lo financie. Jiménez Losantos y sus contertulios no dejan de calificar a Rajoy como un traidor incapaz de aplicar la mano dura contra todo lo que está pasando en Catalunya. Si prospera la distensión y se abre una vía de reforma constitucional sin haber encarcelado antes a Puigdemont y su Gobierno, la percibida como traición de Rajoy puede romper al PP.
Efecto 'boomerang'
Sería el 'boomerang' de la posdemocracia autoritaria que el mismo PP ha alimentado con su política de exclusión y uniformidad. Todo empezó con la crispación identitaria y la recogida de firmas contra el Estatut de Catalunya en el 2006. El nuevo fascismo patrio irá a más y marcará la agenda identitaria a seguir como la única agenda política. Gran jugada. Así queda anulada la agenda clásica de la izquierda centrada en la redistribución, la lucha contra la desigualdad y la ampliación de derechos de ciudadanía.
Sería el 'boomerang' de la posdemocracia autoritaria que el mismo PP ha alimentado con su política de exclusión y uniformidad. Todo empezó con la crispación identitaria y la recogida de firmas contra el Estatut de Catalunya en el 2006. El nuevo fascismo patrio irá a más y marcará la agenda identitaria a seguir como la única agenda política. Gran jugada. Así queda anulada la agenda clásica de la izquierda centrada en la redistribución, la lucha contra la desigualdad y la ampliación de derechos de ciudadanía.
Algunos sondeos ya sitúan a Podemos en cuarto lugar y a un PSOE a la baja. Todo apunta a una mayoría electoral de PP y Ciudadanos, además de dar representación a un partido del fascismo patrio, sea Vox o bajo otro nombre. La bestia está desatada y querrá ulsterizar Catalunya. Peor escenario, imposible.
Fuente: EL PERIÓDICO
Autor: Xavier Martínez Celorrio
Autor: Xavier Martínez Celorrio